Barreras, solo ante su futuro

Vigo

La visita este miércoles del Director General de PEMEX al astillero vigués Hijos de J. Barreras, del que posee el 51% de las acciones, ha servido para mucho más que conocer las instalaciones y supervisar el resultado final del único barco encargado por la petrolera mexicana al astillero, el Reforma PEMEX, ya rumbo a América.

En su visita, el Director General de PEMEX, ha desvelado algunos de los planes que el gigante petrolero de México tiene preparadas para el astillero vigués, después de que su entrada en el accionariado del que un día fue el mayor astillero privado haya servido como moneda de cambio para otros planes más ambiciosos relacionados con el mercado del oro negro a nivel internacional. Por ello, resulta cuando menos incomprensible que todavía haya quien se ha alegrado, o al menos sentido aliviado, con el anuncio de que finalmente no saldrán del consejo de administración de Barreras, aún a pesar de que hayan anunciado, sin rubor alguno, que romperán su compromiso de contratar dos barcos para construir en el astillero vigués, lo que da la razón, lamentablemente, a las voces que en su día aseguraban que esto no era más que un pluff que ningún efecto tendría sobre el sector naval (agonizante, entonces y ahora) y los miles de puestos de trabajo desaparecidos desde que los holandeses denunciasen falsamente el sistema de ayudas español, conocido como Tax Lease, causando un daño irreparable en este sector clave para la economía de Vigo y su área.

De este modo, tras el jarro de agua fría, lo que queda es el debate político que inició el propio presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, que, lejos de exigir a la compañía mexicana el cumplimiento del compromiso adquirido ante él, se ha limitado a justificarlo y excusarlo, asegurando que es debido a la caída en los precios del petróleo.