Standard, contigo empezó todo

Vigo

Fue un 15 de septiembre. Corría el año 2006. Carlos Mouriño estrenaba su presidencia celeste y lo hacía en Europa con una eliminatoria previa para intentar meterse en ese experimento de la fase de grupos que la UEFA había inventado con afán recaudatorio. Ahora, con el adiós del presidente próximo, según sus palabras, vuelve a cruzarse 10 años después el mismo rival para hacer historia. Eso sí, lo va a hacer en una fase más avanzada. Lo que les tocó por aquel entonces fue un regalo envenenado: el potente Standard de Lieja. Potente por ser una eliminatoria previa, pero después del salto sin paracaídas de Champions, de residir en la Segunda, de subir en un año y de meterse en Europa, el hambre del Celta era muy grande. Fernando Vázquez tenía que medirse al equipo del histórico Michel Preud'homme que contaba en sus filas con buenos peloteros como Rapaic, Jovanovic, Sergio Conçeicao o Steven Defour. También contaba con otros más limitados como Onyewu o Miguel Areias, aquel lateral portugués con pasado en el Oporto y que, después, tendría un paso por el Real Club Celta. De él se recuerda sobre todo su presentación cuando aseguró, sin polígrafo de por medio, que era del Celta desde pequeñito. El eterno retorno vuelve. Aquello fue una final contra el Standard, bien resuelta por el Celta en los dos partidos y, el de Balaídos, contra el mismo rival, podemos darle el mismo titular. El Standard de Lieja llega también con opciones de clasificarse si gana al Celta o si empata y es capaz de vencer a un Ajax que igual, por aquel entonces, está dedicado al ocio y a la relajación. El Celta tiene una oportunidad de volver a pasar y, seguramente, intentará no tener que jugársela en la última jornada como pasó en aquel año cuando tuvo que ir a jugársela al Renzo Barbera de Palermo con un contexto similar al de ahora. Si ganaban los de Guidolin el Celta estaba eliminado; si empataba o ganaba el Celta prácticamente estaba clasificado el equipo vigués. Los de Vázquez superaron esos exámenes finales que les planteó la competición. Esperemos que el círculo no se cierre con el Standard, pero sí, diez años después tenemos un contexto similar. Ojalá Pione si vista de Gustavo López y Iago Aspas de Baiano para ejecutar a los belgas y seguir disfrutando de Europa. Enfrente está un Standard de Lieja menos potente que el de 2006 y en una media depresión porque viene de perder con el Racing Malinas y porque está noveno en la Liga belga. Y estar noveno allí viene a ser como hacer de figurante en una película de Lars Von Trier. Nadie te ve. Quizá por eso, el Standard sea más peligroso. La solución al acertijo clasificatorio, en unas horas.