La más grande y brillante
Curiosos y aficionados tendrán que esperar hasta noviembre de 2034 para que la luna se aproxime tanto a la tierra. El profesor universitario Luis Randez nos cuenta sus recomendaciones
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Zaragoza
Es el quinto satélite más grande de todo el sistema solar, sus temperaturas oscilan entre los 107 y los -153 grados, y el silicio y el aluminio son sus materiales más abundantes. Se trata de la luna, la “bella de espuma”, como la llamaba Pablo Neruda, y hoy, está un 14% más grande y un 30% más brillante de lo habitual.
Y todo gracias a la primera ley de Kepler, la que, en 1609, estableció que los cuerpos celestes no describen circunferencias perfectas sino elipses. Esta noche se dan tres coincidencias: en primer lugar, que la luna está en su perigeo, es decir, en su punto más cercano al centro de la tierra (356.500 kilómetros). En segundo lugar, está a punto de situarse en la posición más cercana al sol, por lo que recibe mucha más luz. Y, en tercer lugar, ha dado la feliz coincidencia de que es luna llena.
Cuatro telescopios y una superluna
Curiosos y aficionados a la astronomía de todo Aragón han cogido sus prismáticos y telescopios para ver este fenómeno. Y en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Zaragoza no han sido menos: enfrente de la entrada principal, varios profesores universitarios han colocado cuatro telescopios para que todo aquel que quiera pueda ver el satélite y preguntar dudas.
“Se verán los famosos mares de la luna, que antes se creían que eran océanos y, en realidad son masas basálticas. Y los cráteres, entre ellos, el de Tycho, unas de las zonas donde más meteoritos han impactado, de ahí que tenga muchas ramas blancas”, explica Luis Randez, catedrático de Matemática Aplicada, astrónomo aficionado y tutor en esta noche de superluna.
Los expertos advierten: no volverá a verse un fenómeno parecido hasta el 25 de noviembre de 2034. Por eso, y tal y como recomienda Luis Randez, “cojan a la persona amada y contémplela hasta que se cansen”.