Marta Sanz: “La literatura nunca es inofensiva”
Paseamos por el Madrid de la escritora, que acaba de publicar el ensayo Éramos mujeres jóvenes
Madrid
“Este libro parte de la base de que los libros que leemos conforman nuestra manera de construir una idea del amor y de la sexualidad”, ha dicho esta mañana Marta Sanz refiriéndose a su último libro, Éramos mujeres jóvenes. En él, la escritora recoge todos los prejuicios y tabúes de las prácticas amorosas que la mujer seguía arrastrando durante los años de la supuesta apertura sexual de la transición.
Esta Doctora en Literatura Contemporánea se interesó por la época de la transición desde su tesis, titulada La poesía española durante la Transición (1975-1986). En estos años, la mujer española estaba sufriendo un tsunami transformador, tratando de construirse a sí misma después de unos años en los que otros se habían apropiado del derecho de configurarla a su gusto. Marta, que pertenece a una generación marcada por el cambio y por el desconcierto, afirma que con el ensayo no pretende reeducar a nadie en sus gustos, solo describir, contar historias de distintas mujeres y, tal vez, crear a través de ellas una conciencia desde la que cada una pueda construirse a sí misma, porque, tal y como ha dicho hoy la escritora: “No hay una esencialidad de la mujer. Somos muchas, distintas y plurales”
A VIVIR MADRID | EL MADRID DE MARTA SANZ
19:52
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Para conseguir este ensayo plural, Marta sometió a un cuestionario a varias mujeres cercanas a ella. “Muchas de ellas coincidieron en que el descubrimiento de la masturbación les hizo sentir únicas y especiales en el mundo”, pero a la vez, ha apuntado, "era algo vergonzoso", que tenía que esconderse “como un secreto”. Porque según la escritora las mujeres han estado históricamente lastradas por una concepción sumisa del amor y la sexualidad.
Además de tener un ensayo recién sacado, este año Marta es la directora del Festival Eñe, que ayer inauguró dos jornadas dedicadas a la reflexión literaria. ¿Para qué sirve la literatura? Es la primera reflexión a la que todo escritor se ha enfrentado. Marta la ha respondido en un texto en el que relata las utilidades de la literatura, que se ha convertido en el manifiesto de esta edición del festival: “Aparentemente no sirve para nada. El juego y ensimismamiento a veces son útiles para sobrevivir en tiempos de catástrofe. La literatura es un arma de doble filo”, afirma en uno de los puntos del manifiesto. Y es que, tal y como ha concluido Marta esta mañana, “la literatura nunca es inofensiva, metabolizamos todo lo que leemos”.
Hoy hemos hablado con ella de literatura, de género y paso del tiempo… todo eso mientras paseábamos por su Madrid. Un Madrid que en su adolescencia sonaba a Radio Futura, con su Divina estás, que hablaba de una chica que movía el culo, y más tarde fue sonando más cercano al “No me importa nada” de Luz Casal, que para Marta es una canción sanadora.