Rutas que nos llevan al infierno

Alcobendas

Suena a tópico, pero es más que cierto. Vivimos tiempos convulsos en los que parece que el Armagedón nos hace un guiño desde un futuro inminente enviándonos señales que, como en los tiempos bíblicos, deberían hacernos, cuanto menos, pensar hacia dónde nos encaminamos: crisis económica, hambruna, cambio climático, crimen organizado, terrorismo yihadista, “plagas” que, como el ébola o el H1N1, parecen recordar los tiempos medievales…

En relación con lo insólito, el lado oscuro no es menos truculento si nos fijamos en los sucesos de un rincón a otro del orbe que recoge de cuando en cuando la prensa: poltergeist agresivos, necrofilia, profanaciones, sacrificios, posesiones diabólicas, creepypastas…

Vamos, que parece que vivimos en el mismísimo infierno que el poeta Dante describiese a principios del siglo XIV en su Divina Comedia. Y ahora que este asunto vuelve a estar precisamente de actualidad gracias a la película Inferno, basada en la novela homónima de Dan Brown, en la revista ENIGMAS nos vamos en busca de las conocidas como “puertas del infierno”, sí, han leído bien, los lugares que a día de hoy –según leyendas locales, hechos insólitos, tradición…– atesoran ese oscuro privilegio, el de ser supuestas entradas al inframundo.

Viajaremos a la República Checa para visitar el Castillo de Houska y su “tapón” al averno; hasta el volcán Etna, considerado también de este modo y las leyendas que lo rodean y a otro volcán, el de Masaya, en Nicaragua, que fue bautizado como entrada al infierno por los conquistadores españoles en el siglo XVI, o al cráter de Darvaza, en Turkmenistán. También viajamos a Xibalbá, el inframundo de los mayas, y sus terroríficas estancias, entre otras, la “Casa de los Puñales”, y al lugar que hoy se cree pudo haber sido considerada la entrada al averno por esta civilización precolombina.

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También viajamos al monasterio madrileño de El Escorial, para conocer la leyenda que vincula al hermético edificio erigido por Felipe II con una supuesta boca al infierno. Es más, el colosal monumento, dicen, pudo erigirse para taponar la misma.

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Además de viajar a estas puertas infernales, penetramos en los avernos de la mitología de distintos pueblos, como los 18 terroríficos niveles del infierno chino, el citado de Dante, el Necromanteión de los antiguos griegos, el Sheol hebreo, el Naraka budista…

Esta semana, en nuestra sección de Misterios de la Historia, con Óscar Herradón, nos adentramos en terreno peligroso.