Abuelos, nuestros héroes cotidianos
El comentario de Ana Mellado
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Palencia
Acabamos de salir de un largo puente que por desgracia no todos hemos podido disfrutar. Los niños sí lo han hecho y los padres que no hemos tenido esa fortuna, hemos tenido que tirar de ingenio, porque eso de la conciliación en este país es claramente un problema no resuelto.
He dicho ingenio pero en realidad la mayoría no tenemos que echarle demasiada imaginación al asunto, porque en estos casos, la primera bombillita que se nos enciende a muchos tiene cara de abuelo o abuela.
Sí, esos héroes cotidianos que son capaces de cualquier cosa por ayudar a sus hijos y nietos. Lo mismo recogen a los niños del cole que les dan de comer, les ayudan a hacer los deberes, les llevan a clases extraescolares, al médico, les cuentan cuentos, juegan con ellos y les entretienen de mil y una formas.
Esto no es lo único que hacen los abuelos de hoy en día porque muchos además, se han convertido en el sostén económico de las familias. Avalan con fe ciega la puesta en marcha de negocios o la compra de una vivienda, poniendo en riesgo los ahorros de toda una vida o sus precarias pensiones. Y lo hacen no sólo porque quieren a sus hijos, sino porque además piensan en el futuro de sus nietos. Pues eso, que en realidad son superhombres y supermujeres, disfrazados de abuelos.
Estoy segura de que hablo en nombre de muchos al darles las gracias por tener la paciencia que a veces nos falta a los padres, por su sabiduría que nos abre los ojos cuando no queremos ver, por regalarnos su tiempo sin pedir nada a cambio, por malcriar a los nietos lo justito para que no se note, por los tuppers de rica comida, por saber mejor que nadie cómo apagar los incendios familiares, por sus enseñanzas de valor incalculable. Por su apoyo, dedicación y amor incondicional, gracias abuelos.