‘Por un pacto consensuado frente a la violencia de género’
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Algeciras
Una de cada tres mujeres sufre o ha sufrido violencia física o sexual a lo largo de su vida. Hay países en los que hasta un 70% de las mujeres y las niñas son objeto de algún tipo de agresión. Son estadísticas muy duras, como los 133 millones de niñas y mujeres que se calcula que han sufrido alguna forma de mutilación o ablación genital. Pero esto es mucho más que cifras. Hablo de personas que han sido o están siendo objeto de algún tipo de agresión por el hecho de ser mujer. Hablo también de millones de menores, muchas de ellas niñas, que se ven obligadas a contraer matrimonios pactados por sus familias, pero también de la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual.
La violencia contra la mujer es un grave problema de ámbito global, y es una de las principales lacras que padece la sociedad. Representa una violación de los derechos humanos y refleja la incapacidad, la negativa del agresor a reconocer la igualdad de derechos entre un hombre y una mujer, la negativa a desterrar la dominación de un ser frente al otro.
Casos como el protagonizado recientemente por una mujer, natural de la localidad leonesa de Fabero, detenida por simular y acusar a su expareja de haberla secuestrado y echado pegamento en la vagina, hacen mucho daño y dan fuerza a quienes afirman que las mujeres denuncian malos tratos para beneficiarse de los procesos judiciales. Este caso, que saltó a los medios hace unos días, ha tenido bastante repercusión mediática. El supuesto agresor, que había sido detenido, fue puesto en libertad.
Estos hechos hacen un flaco favor a la hora de concienciar a la sociedad sobre la necesidad de colaborar, de denunciar supuestos casos de violencia de género. Sin embargo, hay que recordar que según la Memoria Anual de la Fiscalía General del Estado, presentada en el último mes de septiembre, de las casi 130.000 denuncias por violencia de género presentadas en España en 2015, se incoaron 18 causas por denuncia falsa. De estas últimas, ocho fueron archivadas o sobreseídas provisionalmente; ocho seguían en tramitación y solo dos acabaron en condena. Es decir, que tan solo el 0,0015% de las denuncias presentadas fueron falsas.
Jaqueline y Vanessa han sido las últimas mujeres en aparecer muertas. Una en Calpe y la otra, de tan solo 15 años, en Chella. Son las últimas víctimas de un machismo que utiliza el terrorismo de la violencia física y también psicológica contra otra persona. Son dos mujeres más de entre las ya más de treinta que han perdido la vida a manos de su pareja o expareja. En algunos casos, no se conocían denuncias previas. En otros, incluso había impuesta orden de alejamiento.
Hay leyes, pero algo falla y si hay algo que es necesario y urgente es un gran pacto frente a la violencia de género. Algo que, por desgracia, no parece interesar seriamente a los grupos políticos que se lamentan en momentos puntuales, pero luego apenas le dedican escasas líneas, si es que lo hacen, en sus largos textos de promesas electorales. Hace falta combatir esta lacra con medios culturales, educativos, legislativos y policiales, pero hace falta creérselo y apostar políticamente por ello.
El próximo día 25 de noviembre se conmemora, como todos los años, el 'Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer', declarado como tal por Naciones Unidas en 1999. Habrá concentraciones, marchas, declaraciones de intenciones... etc. Está bien dar luz a un problema tan grave con la conmemoración, que no celebración, de una jornada a nivel internacional. Pero también es necesario que muchos y muchas reflexionen sobre la discriminación, cualquier tipo de discriminación y como solo un pequeño ejemplo no estaría mal actualizar el vocabulario porque, los diferentes idiomas, el castellano por ejemplo, contienen formas y expresiones que habría que ir eliminando para desterrar el sexismo en el lenguaje, aunque el lenguaje en política requiere también otro análisis.
Por cierto, no hay que olvidar que existe el 016, un teléfono gratuito que no deja rastro en la factura.
Algeciras, 1 de noviembre de 2016