...Y en polvo te convertirás

Zaragoza

El cuerpo de un ciudadano alemán, muerto en el incendio del hotel Corona, fue el primero en ser incinerado en el crematorio del cementerio de Torrero. Era el 20 de julio de 1979.  Ese año, solo 14 fallecidos pasaron por el proceso de cremación. La cifra ha ido incrementándose de manera exponencial hasta alcanzar las 3.000 actuales en una ciudad en la que se producen 7.500 decesos al año.

Manuel Gracia es el director de Servicios Funerarios de Torrero, la empresa que gestiona el crematorio. Sus instalaciones han podido ser visitadas estos días por los zaragozanos que han visto cuál es el proceso.

"El ataúd llega a los hornos. Un médico ha hecho la última comprobación del cadáver, retirando los elementos metálicos. Los familiares, tras el último adiós, esperan al otro lado de los cristales.", explica Gracia.

Posteriormente,  "se encienden los quemadores de gas. Dentro del horno se alcanzan temperaturas de entre 700 y 1.200 grados. Bastan 5 minutos  para convertirnos en polvo", añade. "Seguidamente se separan los restos que quedan para introducirlos en una urna".