De ánimas, fantasmas, muertos y celebraciones varias

Soria

“La noche de difuntos me despertó a no sé qué hora el doble de las campanas; su tañido monótono y eterno me trajo a las mientes esta tradición que oí hace poco en Soria…”. Reconocible, ¿verdad?

Hoy es 31 de octubre, víspera del Día de Todos los Santos. Desde bien pequeño recuerdo que eran días para acordamos de los nuestros queridos familiares y amigos que ya no están (algo que también hacemos el resto del año) y acercarnos al cementerio a hacerles una visita. Pero de un tiempo a esta parte, ya nos hemos acostumbrado a ver por nuestra ciudad (como en tantas otras del resto de España) a niños y adultos disfrazados de brujas, monstruos, fantasmas, zombis… vamos, lo que sin duda relacionamos con Halloween, una tradición que no es en absoluto nuestra. No voy a ser yo quien ponga el grito en el cielo por ello. Cada uno es libre de festejar lo que quiera, sólo faltaría. De hecho, como buenos españoles, con cualquier excusa nos apuntamos a la jarana que sea. ¿O no lo hemos hecho todos? Yo, el primero.

Entiendo que en un mundo globalizado como este, algunas celebraciones se exceden de nuestras costumbres y abarcan hasta lo puramente comercial, que ahí radica tanto ‘halloweenismo’, si me permiten la expresión. Y al fin y al cabo, cada vez son más conceptos (festivos o no) los que importamos desde el extranjero. Lo que sí que ya no me gusta es que esta fiesta (que si bien tiene incluso origen celtíbero, si me apuran, por aquello de justificarlo), se inculque en los colegios. Me parece un error.

Teniendo la tradición cultural que poseemos en nuestro país, y más concretamente en Soria, con la impresionante ‘Leyenda de las Ánimas’ de Gustavo Adolfo Bécquer, ¿no sería mejor ensalzar esa tradición, esa historia que no deja a nadie indiferente y que, además, se desarrolla en nuestra ciudad, con enclaves muy reconocibles…? Es una lástima que, como siempre, desechemos lo propio y nos quedemos con lo ajeno. No en todos los casos, gracias a Dios, porque aún hay gente, como los miembros de la Asociación de Amigos de las Ánimas, que desde hace ya muchos años impulsan esta celebración, con una cita ya ineludible que nos recuerda la leyenda con Beatriz y Alonso como protagonistas. De eso se trata, de salvar la tradición, sin volver la espalda a otras realidades, pero defendiendo lo nuestro. Que perviva…