"Debemos aprender a convivir con el jabalí", dice el Gobierno
Recursos Naturales prepara un Plan de Prevención y Gestión de la especie que incluye un decálogo de convivencia
Dos jabalíes abatidos por una cuadrilla en una cacería autorizada en Caso, en el Parque Natural de Redes. / Pablo Canga
Oviedo
El Gobierno asturiano dice que tendremos que acostumbrarnos a los jabalíes en las ciudades y aprender a convivir con ellos. El director general de Recursos Naturales, Manuel Calvo, ha anunciado la elaboración de un Plan Estratégico para reducir las poblaciones que prevé tener listo a finales de este año y para el que se cuenta con la colaboración de los ayuntamientos y los cazadores, pero que ya advierte de que no será posible, por lo menos en el corto plazo, eliminar la presencia de estos animales que se han adaptado a la vida urbana.
Este Plan contempla acciones específicas para Oviedo, una de las ciudades más afectadas, pero también otras más genéricas, aplicables en municipios también de gran trascendencia urbana, como Gijón, Avilés o Gozón. En todos ellos se viene apreciando la proliferación creciente de jabalíes, incluso en zonas ajardinadas del centro urbano.
La elaboración directa del Plan de Prevención y Gestión del Jabalí, ha sido encargada al Indurot (Instituto de Recursos Naturales y Ordenación del Territorio), organismo dependiente de la Universidad. Ese es el plan de facilitará una evaluación del número de ejemplares existentes en cada área y de las medidas más adecuadas a aplicar en cada caso, si bien Manuel Calvo dice que "tenemos que ser conscientes de la imposiblidad de eliminar los jabalíes del entorno urbano y periurbano y tendremos que aprender a convivir con el problema".
La advertencia viene reforzada con la previsión de elaborar un decálogo de concienciación ciudadana con medidas como no acercarse a ellos para hacer fotos, no darles alimentos, no asustarlos, no dejar que los perros se les acerquen y no correr ante su presencia. También recomienda que nos hagamos notar a tiempo, mantenernos a distancia y dejarles una vía de escape para no sufrir ataques. Entre las medidas de control, se prevé la captura en vivo, la marcación que permita tenerlos localizados o el sacrificio mediante aguardes nocturnos, allí donde no se comprometa la seguridad. Será el Plan Integral el que precise el número de jabalíes a sacrificar aunque Calvo ya señala como uno de los objetivos agotar los cupos adjuducados a las cuadrilla de cazadores y que "en vez de quedar entre 1,5 o 2 de promedio, en las cacerías se llegue al máximo autorizado de 6", con lo que "defenderíamos la población y reduciríamos los daños y las indeminizaciones" que han llegado al superar los 18 millones de euros en Asturias el pasdado año.
Calvo ha explicado que en los últimos años el descenso de licencias de caza ha sido determinante en la proliferación de la especie, una bajada que atribuye al descenso y envejecimiento de la población rural y a la crisis económica: cada vez resulta más difícil afrontar los gastos de las cacerías, las licencias o el mantenimiento de perros.
