Soñar es gratis

Valencia

Que la afición del Valencia es tremendamente fiel es innegable. Venimos de concluir la pasada temporada con varios de los peores registros históricos terminando en la decimosegunda posición, venimos de una absurda decisión de club en la que se ha echado a los mayores de treinta años de la grada donde ayudaban a animar al equipo dejándose la garganta partido tras partido, venimos de un verano bastante decepcionante en cuanto a los cambios en la plantilla vendiendo a los mejores activos y sustituyéndolos por jugadores que no cumplían las expectativas, venimos de empezar la presente campaña con cuatro derrotas consecutivas, con tres entrenadores diferentes y saliendo la pasada jornada de los puestos de descenso... pero da igual, Mestalla no falla y responde siempre; primera cita importante de la temporada y lleno garantizado desde cinco días antes del partido porque el lunes ya se anunciaba que no quedaban entradas a la venta. Chapeau.

Y es que viene el Barça. Viene el vigente campeón de liga y además después de golear el miércoles al Manchester City. Ahora bien, viene un Barça que se ha mostrado algo vulnerable en el inicio de la temporada. Perdió un partido en casa contra el Alavés y perdió otro fuera contra el Celta. Y además viene tras perder en la última batalla dos efectivos fundamentales en su retaguardia, Jordi Alba y Piqué. Y por seguir buscando argumentos tratando de encontrar alguna debilidad en el rival, viene con solo dos días de descanso respecto a su compromiso de Champions, mientras que el Valencia ha tenido toda la semana por delante para preparar y pensar única y exclusivamente en este partido. Que luego todo esto influya o no, no lo sabe nadie a ciencia cierta, ni probablemente lo sepamos sea cual sea el resultado una vez concluya el choque.

Esas bajas de Piqué y Alba hacen que la defensa blaugrana esté cogida con alfileres. Lo lógico es que Digne sea el larteral izquierdo, que Umtiti y Mascherano sean los centrales y que Sergi Roberto sea el lateral derecho. Tendría alguna opción de entrar en esa zaga Mathieu, pero es menos probable, sobre todo después de su absurda expulsión el miércoles ante el City. A partir de ahí, los dos triángulos ofensivos tendrán un tratamiento diferente para Luis Enrique Martínez. El del centro del campo podría experimentar rotaciones y al básico formado por Busquets, Iniesta y Rakitic, podría verse modificado con la entrada de André Gomes o Denis Suárez. El técnico asturiano se encontró con las bajas de última hora de Arda Turan y Rafinha. El turco con una contusión en el codo izquierdo, mientras que el centrocampista brasileño sufrió un golpe costal en la parte izquierda. El que no cambia seguro es el triángulo de ataque porque los Neymar, Luis Suárez y Messi son intocables. Sobre cómo parar a Messi y si le quitaba el sueño se le preguntaba a Prandelli...

En el Valencia las cosas están claras desde el lunes. En la previa del partido contra el Sporting, el técnico italiano ya trabajó sin tapujos durante toda la semana con la alineación con la que iba a afrontar el encuentro y no hubo sorpresas entonces. Ahora, tres cuartos de lo mismo. Prandelli empezó la semana ensayando con once jugadores y ha mantenido esos ensayos a lo largo de los días posteriores. Alves en la portería; Montoya, Garay, Mangala y Gayà en defensa; Enzo Pérez y Mario Suárez en el doble pivote; Cancelo, Parejo y Nani en la línea de mediapunta y Rodrigo arriba. Dos serán por tanto los cambios respecto a los que actuaron en El Molinón: Mangala entrará por Santos para actuar, como zurdo que es, en el perfil izquierdo del centro de la defensa, y Nani entrará en el extremo que en Gijón ocupó sin acierto Santi Mina, precisamente el goleador, como muestra la foto que ilustra esta previa, en el partido de la temporada pasada en la que el Valencia obtuvo un punto que supo a victoria en el tiempo de descuento. 

Y es que esa victoria se le resiste al Valencia desde hace ya diez años. El Barcelona no ha perdido en Mestalla desde 2007 y en estas nueve temporadas acumula cinco victorias y cuatro empates. Difícil romper esta estadística, pero Prandelli sabe que a lo largo de los noventa minutos su equipo encontrará momentos en los que hacer sufrir a su rival y esos momentos habrá que aprovecharlos...

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