El Numancia desperdicia un 1-3 y acaba empatando en Vallecas

Soria

Como en ‘El Día de la Marmota’, el Numancia sigue sin saber ganar fuera de casa y por tercera vez a domicilio (después de Reus y Oviedo) se deja empatar en un choque en el que se adelantó en el marcador. Preocupa la incapacidad del equipo de sentenciar los partidos, y eso que esta vez estuvo más cerca que nunca de ganar, al mandar en el tanteador 1-3 a falta de 25 minutos. Sin embargo, otra vez, no supo defender su renta y acabó incluso pidiendo la hora ante un Rayo Vallecano que nunca perdió la fe y buscó lo que parecía imposible. Por cierto, que Arrasate presentó una mini-revolución en el once, con hasta cinco caras nuevas (Munir, Carlos, Escassi, Capilla y Pablo Valcarce).

El partido empezó casi perfecto para el Numancia, cuando a los dos minutos Manu del Moral marcaba su quinto gol del curso (en los últimos seis partidos) al cabecear a la perfección un centro desde la izquierda de Marc Mateu (que por cierto recibió en fuera de juego), sin que Gazzaniga pudiera hacer nada. Espoleado por el tempranero gol, el cuadro soriano se fue a por el segundo. Con una defensa rayista muy abierta, los jugadores de ataque rojillos encontraron muchos huecos, pero no supieron concretar la faena. En un centro desde la derecha de Pablo Valcarce primero Mateu remató a la madera y en el rechace Manu del Moral disparó contra el portero rival. Ambos volvieron a tener ocasiones pero sus disparos se marcharon fuera. Y en la primera ocasión clara que tuvo el Rayo llegó el gol del empate. Ebert botó una falta que llegó a Miku (también en fuera de juego) cuyo chut repelió Munir, que no pudo hacer nada ante el segundo remate de Amaya, que mandó el balón a las redes. Con un intercambio más de golpes por cada bando se llegó al descanso en un duelo vibrante y entretenido, con dos equipos al ataque.

En la segunda parte siguió la misma dinámica de fútbol ofensivo y a los 13 minutos volvió a marcar el Numancia, tras una internada por la derecha de Pablo Valcarce y pase de la muerte al punto de penalti donde Marc Mateu fusiló al portero rayista. Otra vez encarrilado el encuentro y queriendo espantar fantasmas el Numancia buscó el tercero y lo encontró, en una buena presión a la salida del balón desde el área local, con pase final de Íñigo Pérez a Julio Álvarez que con clase colocó el esférico lejos del alcance de Gazzaniga. Justo tras el 1-3 empezaron a torcerse las cosas, con la lesión de Munir, que con problemas en la rodilla derecha dejó su puesto a Aitor Fernández. El Rayo Vallecano, hasta este domingo imbatido (ya no lo está) e invicto (mantiene esa vitola) como local, apeló a la épica y recortó distancias. Aitor Fernández realizó un paradón a tiro a bocajarro de Manucho, pero Álex Moreno puso el balón junto a la cepa del poste, inalcanzable para el cancerbero rojillo. Siguió acosando el cuadro franjirrojo, rondando el tercero, con ocasiones claras el portero rojillo trabajando a destajo, hasta que llegó, a seis minutos del final, con un buen chut de Ebert, tras varios rechaces en el área numantina y otro paradón de Aitor. Una vez más, por tercera vez, el Numancia dejó escapar dos puntos a domicilio por no saber salvar su renta. Sigue siendo el gran debe del equipo soriano.