Los chicos de la Gürtel

A Coruña

Entraron todos en fila cambiando impresiones alegremente los chicos de la Gürtel y los black-boys en una nave industrial reconvertida en templo de la injusticia, todos enaaezados de Armani. Rato, departiendo con Bárcenas, Spotorno con El Bigotes y así emparejando desvergüenza y latrocinio, cinismo y prepotencia. A Spotorno un espontáneo le llamó ladrón de palacio y al que fuera Jefe de la Casa Real se le mudó la faz y protestó ante la guardia exigiendo galeras para el osado. ¡Usted no sabe con quien está hablando!. Al Bigotes le llamaron cabrón y El Bigotes se encabronó, mordió por la patillas sus gafas Ray-Ban Exclusive y retó con la mirada y la distancia al díscolo.

Eran los de A Tropa da Tralla, sin Xurxo Souto, que milita en la decencia. Los mismos que en los últimos años convirtieron al PP en la cueva de Ali-ba-ba. Ellos, más de 40 ladrones, que retaron con impudicia y soberbia al fiscal Luzón intentando liarlo en las redes de una jerga economicista indescifrable. Rato, con ese aire altanero y fatuo de los que siguen ejerciendo en realidad virtual los altos cargos que ya perdieron, temerosos de las togas y los barrotes de los que intentan huir cantando por peteneras las verdades del barquero.

Todos, con esos trajes carísimos sobre cuyas mangas se disparan los puños de camisas asedadas cuyo remate son siempre los gemelos de oro purísimo con los colores de la bandera española. ¿Por qué los manguis tiene todos tan largas las mangas de sus camisas, tan largas las lenguas de sus bocas, tan cortos sus razonamientos, tan rebuscadas sus fechorías, tan artificiosas sus maneras y tan sobreactuados sus modales?

No sueñan ya con Soto Grande, sino con Soto del Real . Realmente saben que la sombre del barrote es alargada, es el barrote vil que sustituyó al garrote del mismo nombre y cuyas penalidades cuenta en voz baja Mario Conde a sus más íntimos, cuando el Macalan 21 comienza a calentar los fríos recuerdos de sus años de penado.

Ahora lanzan un órdago intentando invalidar a mayor gloria de Bárcenas, de nuevo tan unido al PP, tan unido que retira su denuncia por la destrucción de los discos duros de sus ordenadores, tan unido que desde Génova apoyan la invalidación de pruebas y cargos. Ya todos juntos como en los viejos tiempos. Sé fuerte Luís, que para ahí va nuestro VII de Majadería capitaneado por Rafael Hernando, ese Gran Capitán del desparpajo más zafio.

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Rajoy, tras el linchamiento sociata, va sobrado. Ahora pide al PSOE no sólo la abstención incondicional, sino un juramento de amor por vida parlamentaria.

Lo dicho, yo sigo apostando por Mario Vaquerizo para la Presidencia de Gobierno.