Francis Mojica ya nos ha conquistado
En un país en el que a uno le ponen una gorra y empieza a levitar, la normalidad del investigador es tan extraña y tan reconfortante
NaN:NaN:NaN
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/085RD010000000041408/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Alicante
Sería fácil centrar este comentario matinal en cómo algunos en el PSOE buscan la paz de los cementerios, pero, ¿para qué le vamos a dar más vueltas a una receta con la que no se reconstruye nada? Hoy, se trata de todo lo contrario. De ensalzar la grandeza de alguien que se dedica, curioso, a la microbiología, a buscar respuestas en las bacterias.
Más allá de que no haya ganado el Premio Nobel o de que lo vaya a ganar, Francis Mojica ya nos ha conquistado. En un país en el que a uno le ponen una gorra y empieza a levitar, la normalidad del investigador es tan extraña y tan reconfortante.
Por las cosas que dice, por cómo lo dice, por cómo lo hace, por cómo afronta la vida. Al estilo Kipling, conservando la cabeza, tratando como dos impostores al éxito y al fracaso, preservando su virtud y sin cambiar su manera de ser.
Lo ganará o no, pero solo con su nominación, ya le ha hecho un gran favor a la investigación de este país.