Los trabajadores pobres

Palencia

Cuando me refiero a los trabajadores pobres, no lo hago a los que no tienen empleo, ni a los más de 1.600.000 parados que no reciben ningún tipo de prestación, no. Me refiero a aquellos que teniendo trabajo efectivo, incluso a veces con largas jornadas, no ganan lo suficiente para atender las necesidades básicas de la vida.

Sí, me refiero a los más de 6.000.000 de ocupados que en la España actual perciben menos del salario mínimo interprofesional, fijado este año en 655,20 euros mensuales, por catorce pagas.

La crisis económica, las reformas legales más recientes y la sensación de impunidad ante el retorno a un abuso sobre la clase trabajadora, que parecía superado hasta hace tan solo unos años, son algunas de sus causas.

En esos 6.000.000 de parados, unos cuantos miles de ellos palentinos, se encuentran los ocupados a tiempo parcial, trabajadores temporales o fijos discontinuos y trabajadores que cobran menos de lo que les corresponde y que lo aceptan para poder subsistir. Actitud que se entiende humanamente, pero que contribuye al aumento de una explotación y abuso creciente.

La tan cacareada salida de la crisis, en cuanto a la creación de empleo, factor esencial, es un sarcasmo. El empleo que se crea es temporal, precario y de escasa retribución. Grave problema para la Seguridad Social y nuestro sistema público de pensiones.

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Los ingresos de la Seguridad Social son cada vez menores y su déficit creciente; además, el Partido Popular está liquidando la hucha de las pensiones.

Estamos sufriendo la desaparición de la importante clase media que conseguimos en España y el aumento de la pobreza y la exclusión social. A la vez, desde 2011, han aumentado en España el 44% de los multimillonarios.

Tenemos que salir de la crisis, pero no en beneficio de una minoría, a costa de la mayoría. Es necesaria una salida social y justa de la crisis. Cuando el dinero es el principal y casi único valor, es muy difícil.

Este aumento de los trabajadores pobres se produce también en Alemania o en Estados Unidos…; es un problema del orden económico que beneficia cada vez más a las élites, en perjuicio de casi todos.

Estamos ante un gran reto a combatir: quien no tiene trabajo vive con la esperanza de conseguirlo, pero si al tenerlo no puedes vivir dignamente, ¿qué esperanza te queda?

Cierto es que la solución depende más de las grandes instituciones, pero también depende de nuestra capacidad individual y colectiva, de valentía y rebeldía, que parece que estamos perdiendo… ¿no les parece?