Isabel Bayón borda una genialidad de Israel Galván sobre las supersticiones
La bailaora sevillana se "galvanizó" en el estreno de 'Dju-Dju', que con más danza que flamenco no dejó indiferente a nadie
La bailaora Isabel Bayón durante el espectáculo "Dju-Dju", dirigido por el bailaor y coreógrafo Israel Galván. / RAUL CARO CADENAS (EFE)
Sevilla
Vaya por delante lo que me dijo una aficionado nada más salir del teatro: "Esto no es para una Bienal de Flamenco". Pero solo hasta ahí admito la controversia, porque lo que hemos visto este lunes en el Maestranza con el estreno de 'Dju-Dju' -se lee yuyu-ha sido simple y llanamente una genialidad con dirección y coreografía de Israel Galván para el baile de Isabel Bayón.
Una genialidad de casi dos horas de duración en la que la Bayón se "galvanizó" para bailar los miedos y supersticiones del común de los mortales: escuchar villancicos fuera de época, entrar al escenario con el pie izquierdo, pasar por debajo de una escalera, tirar la sal, romper un espejo, poner los zapatos encima de la mesa y hasta bailar una petenera, donde el atrezo incluyó un apagón de luces y de sonido y una caída de un foco que de verdad pareció que se había tentado demasiado a la suerte. Sumen a esto un buen número de apariciones casi espectrales y demoniacas, como el baile y cante que se pegó Isabel Bayón ya al final como si de una cabra se tratara.
Eso sí, una genialidad que tuvo mucho de danza y poco de flamenco, y que cuando apareció este lo hizo con una vis cómica que provocó división de opiniones entre el respetable, como la seguirilla que cantó David Lagos con una máscara de Scary Movie o el momento en que el mismo cantaor le corta las cuerdas de su guitarra a Jesús Torres. Así las cosas, para bien o para mal nadie salió indiferente del Maestranza.
XIX Bienal de Flamenco
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Bajo la supervisión de Pedro G. Romero, Alicia Márquez y Nieves Casablanca completaron el cuerpo de baile al son del clavicordio y el órgano de Alejandro Rojas-Marcos.
La jornada también ha tenido cante y del bueno, como el que nos ha dejado en San Luis de los Franceses el padre de Marina Heredia, Jaime Heredia 'El Parrón'. Con la guitarra de Diego del Morao, su recital ha tenido soleá, seguirilla, taranto, vidalita, tangos, bulería, alegrías y malagueña. A continuación le escuchamos por tarantos...
Y al cierre de la noche, José de la Tomasa y su hijo Gabriel regaban con su arte el claustro de Santa Clara 'Cantándole a La Alameda', verdadero epicentro del flamenco sevillano, fuente y venero de grandes artistas como ellos.
