La última novela de Juan Marsé en nuestras recomendaciones de lectura

Cuenca

Esta semana, Olga Muñoz, la coordinadora de las bibliotecas municipales del Ayuntamiento de Cuenca, nos recomienda la novela ‘Esa puta tan distinguida’, la última publicación del escritor barcelonés Juan Marsé.

El comentario de Olga Muñoz

La novela juega con varios relatos que giran sobre un acontecimiento. En primer lugar, un escritor barcelonés al que un director de cine le ofrece hacer un guión para una película. Son los primeros años 80 y el argumento de la película es un suceso del año 49, el asesinato de una prostituta, Carolina Buril, a manos de un cliente, Fermín Sicart, en la cabina de un cine de barrio donde él trabajaba de proyeccionista.

Para preparar el guión, este escritor revisa la documentación sobre el caso, que es confusa y llena de lagunas. Y también se entrevista con Sicart, que cumplió su pena y ahora es un anciano. Antes de entrar a prisión fue sometido a una terapia de choque, de dudosa moral y peores resultados, y dice recordar que mató a la chica pero no por qué.

El escritor continúa las entrevistas sin atreverse a afrontar directamente el momento del asesinato y a través de las conversaciones, Marsé va reconstruyendo esta Barcelona, de los años 50 con sus miserias, sus personajes marginales, sus vencedores y vencidos, la pobreza de los barrios que conoce de memoria y que recrea una y otra vez.

Por otra parte, las conversaciones que mantiene el escritor con el director y los productores de la película constituyen una crítica despiadada de Marsé hacia la industria y con quienes se ha peleado en ocasiones por las versiones que han hecho de sus novelas, y dejar en evidencia los intereses comerciales y poco coherentes de los que manejan el sector (un mundo, el del cine, que a él le apasiona, sobre todo las películas clásicas).

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Entre las complicaciones con el guión y las ausencias del relato de Sicart, esta historia se va construyendo por la línea que separa el recuerdo del olvido; Marsé explora las trampas de la memoria y aprovecha para hacer este olvido extensible al que se produjo desde las instituciones en los primeros años de la democracia, durante la transición.

Los personajes y los diálogos están construidos con mucha verosimilitud y todo el relato está marcado por la tristeza y la nostalgia, una lejana sospecha de que en otras circunstancias sus vidas podían haber sido diferentes. Pero también un repaso crítico por los temas de actualidad: hay referencias en tono satírico a escritores, políticos, al mundo del cine, la religión… Y una reflexión también biográfica sobre el trabajo del escritor.

Magníficamente escrita, con verdad, con dureza y esa “obsesión por la palabra precisa”, como él mismo dice, es una de las novelas indispensables del último año.