Cuando la medalla se te escapa por 2 décimas

Vigo

Dos décimas; dos. O lo que es lo mismo: 20 centésimas. Ese ha sido el tiempo que ha separado a Chano Rodríguez de colgarse una nueva medalla olímpica. Llegaba a la final con la cuarta mejor marca y volvió a jugarse la presea con Roy Perkins. La misma fotografía que en la final de los 50 metros S5 de Londres 2012 pero con distinto desenlace. El estadounidense consiguió adelantarse en la última brazada, en la posición de mano a Chano y se adjudicaba el bronce. El tiempo de Perkins 34.42; el tiempo de Chano 34.62. En ese pequeña diferencia se jugaron el metal los dos; el oro fue para Daniel Dias que, a sus 28 años y 41 menos que Chano, volvió a mostrarse casi invencible. Nos tiene tan mal acostumbrados que un cuarto puesto y un diploma olímpico incluso pueden saber a poco para algunos. Pero nada más lejos de la realidad; las medallas están carísimas para todas y para todos. Que se lo diga a la campeonísima Teresa Perales que venía de no conseguir medalla en la prueba de mariposa y también quedó cuarta en su prueba reina que eran los 50 metros libres. Las medallas son muy caras y muy difíciles de conseguir. Seguramente será ahora cuando valoremos todavía más cuando Chano Rodríguez llegaba a Peinador con dolor de cuello del peso de tantas medallas que nos traía. Esas colecciones que no se compraban en los quioscos de Sydney, Atenas, China o Londres. Al acabar la prueba, palabras de ánimo dos Merendiñas y recuerdo para su ciudad; para Vigo. Queda la prueba de los 100 metros y allí, me ha dicho esta madrugada, que se vaciará para intentar conseguir la medalla que también estará muy cara. Un diploma olímpico es un gran resultado; un cuarto puesto también. Chano sigue siendo el mismo crack mundial, con o sin medalla. 20 centésimas no cambiarán la historia deportiva que ha escrito. Cambiemos el titular: Chano se quedó a 2 décimas de la medalla; pero ahora está a 100 metros de conseguir otra.