Amid Achi: "Me metieron el miedo en el cuerpo para que no me opusiese al préstamo"
El empresario declara ante el juez que miembros del Consejo de CajaCanarias lo presionaron para autorizar el préstamo multimillonario a Inversiones Las Teresitas
Santa Cruz de Tenerife
El papel jugado por la entidad CajaCanarias en la operación de la compraventa de los terrenos del frente de playa está marcando la tercera sesión de este macrojuicio del ‘caso Las Teresitas’. En una de las declaraciones mas duras y contundentes de las escuchadas hasta ahora en la sala de vistas, el empresario y exmiembro del Consejo de Administración de Caja Canarias, Amid Achi, explicó el por qué se opuso a la concesión de un préstamo hipotecario de mas de 5.000 millones de pesetas a los empresarios para adquirir los terrenos de la playa. Achi votó, en un principio negativamente, pero reconoció en la sala que cambió su voto debido a las presiones recibidas por miembros del consejo, concretamente por Nicolás Álvarez, representante del Partido Socialista en la citada entidad quien, asegura el empresario, le metió “el miedo en el cuerpo”. "Hubo reuniones entre las personas interesadas y mandaron a Nicolás Álvarez a hablar conmigo a mi despacho y me dijo que tuviera cuidado y me metió el miedo del cuerpo. el lideraba y representaba al PSOE en el Consejo y me dijo que lo dejara pasar y que me abstuviera porque si me oponía iba a tener problemas y consecuencias muy negativas para mis empresas", declaró. Posteriormente, Amid Achi cambió su sentido del voto y se abstuvo. El crédito de 5.600 millones fue finalmente concedido el 23 de junio de 1998 sin garantías, por lo que el Banco de España abrió un expediente a Caja Canarias. Finalmente, los empresarios compraron con ese dinero las parcelas y las vendieron al ayuntamiento por 8.750 millones de pesetas.
Informe de Fiscalía
La Fiscalía recoge cómo Inversiones Las Teresitas (entidad conformada exprofeso para la operación urbanística y constituida al 50 por ciento por Antonio Plasencia e Ignacio González) solicitó un préstamo hipotecario a CajaCanarias por valor de más de cinco mil millones de las antiguas pesetas en 1998. Una operación bancaria considerada de alto riesgo pero que contaba con el beneplácito de un consejo de administración en el que figuraba el socio de Antonio Plasencia e Ignacio González, como consejero de la entidad bancaria.
Por otra parte, la fiscal recuerda cómo el préstamo de más de cinco mil millones de pesetas, en el que los intereses superaban los 300 millones en tan solo tres años, fue cuestionado por el Banco de España en un acta de inspección levantada el 3 de febrero de 2000, "poniendo en duda la existencia de una valoración razonable del proyecto"; Basándose en estimaciones y no en tasaciones; sin realizar ninguna comprobación urbanística y con errores en los metros cuadrados de las parcelas que se consideraban edificables basado en el informe de viabilidad presentado por los empresarios. Con el dinero del préstamo, Ignacio González y su socio, Antonio Plasencia, adquirieron 298.000 metros cuadrados del frente de playa que fueron recomprados en 2001 por el Ayuntamiento capitalino por 52,7 millones, un precio tres veces mayor al real, por lo que los empresarios obtuvieron una plusvalía de 110 millones de euros.