Huelva se vuelca con Carolina Marín, que exhibe orgullosa su medalla de oro

Huelva

La salve rociera hizo aflorar lágrimas de emoción a una campeona olímpica. Carolina Marin, que siempre lleva la medalla de la virgen del Rocío, se llevó las manos a los ojos escuchando la salve en el homenaje recibido ayer a las puertas del Ayuntamiento de Huelva, donde se congregaron 3.000 personas. Fue la gran sorpresa para ella. Con la medalla de oro colgada al cuello, la deportista regaló una enorme sonrisa a los onubenses que la aplaudían intensamente al grito de campeona. Ella, en su discurso, no se olvidó de su ciudad, de Huelva, de la que se siente orgullosa.

Desde el balcón consistorial saludaba a las más de 3.000 personas que se reunían en la plaza de la Constitución para recibirla. Exultante y tremendamente agradecida. Ella mismo afirmó estar sobrepasada por tanto cariño. Una salve, un fandango con letra dedicada a ella y mensajes de emoción de quienes no quisieron perder la oportunidad de ver a una campeona de verdad y de Huelva.

Carolina tuvo palabras para sus padres, que alentaron y supieron comprender el sueño de una muchacha que, con 14 años fue a Madrid a perseguir un reto hoy hecho realidad. " Y no menos importante", como afirmó ella en su discurso: palabras para su ciudad, para Huelva, de la que se siente orgullosa: "Ya podemos decir que Huelva es de oro", afirmó, al tiempo que estallaba una multitud de aplausos de agradecimiento.