Martín Adúriz hace un alegato contra la nostalgia
El psicoanalista abre la terna de pregoneros de San Antolín con el pregón pronunciado en el Casino de Palencia
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Martín adúriz pronunciando su pregón en el Casino de Palencia / Facebook Fernando Martín Adúriz
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Palencia
"Alegato contra la nostalgia". Así se tituló el pregón que pronunció en la noche de este miércoles el psicoanalista palentino Fernando Martín Adúriz en el Casino de Palencia. Fue sin duda toda una declaración de intenciones. "Tenemos dos Palencia", dijo el pregonero, la de los palentinos en la diáspora y la de "los que aquí nacimos, aquí trabajamos y aquí vimos nacer a nuestros hijos".
A partir de ahí se produjo el alegado contra la nostalgia. El pregoneró afirmó: "Podemos entonces anunciar nuestra fiesta pregonando nuestra nostalgia de un tiempo atrás, pero hemos de saber que la nostalgia puede conducir a la melancolía. Les aseguro que es el peor escenario, cuando tras una pérdida de un ser querido o amorosa, cuando no se quiere aceptar que ese objeto está perdido, el sujeto se engaña creyendo que si se recluye y se repliega sobre sí mismo, el objeto perdido habita en él, en su interior. Ahí su tiempo se paró. Es un escenario amigo de latristitia, pero de la mala, (pues hay la buena tristeza), un escenario que proclama que no hay nada nuevo por hacer, como esa oficina de Patentes de Londres que cerró en 1900 con esta justificación: está todo inventado”.
Más rotundo fue cuando aseguró que " Entonces Nostalgia cero pudiera ser un buen lema para Palencia y sus instituciones. Para no ser como esas ciudades que en el decir de Saramago, el Nobel, «son como la muchachita de tiempo antiguo que fue al baile y espera que la vengan a sacar». Siendo psicoanalista, obligado pues, a escuchar el despliegue de la historia subjetiva y de los recuerdos del pasado de las personas que me confían sus cuitas, tengo que decir que la posición más certera viene de leer el pasado. Pero la diferencia frente al discurso nostálgico, es que la investigación tiene por objeto obtener las mejores lecciones para el futuro. Cual Churchill: “cuanto más atrás puedas mirar, más adelante verás”... cual Kierkegaard: “la vida hay que vivirla hacia delante, pero sólo se puede comprender hacia atrás”. Nuestra guía no ha de ser la mortífera nostalgia sino la memoria en movimiento".