Las mesas de concertación, mecanismo de gestión del postincendio

Valencia

El riesgo de incendios es este sábado extremo en prácticamente toda la Comunitat, y desde las autoridades no cejan en su empeño de pedir precaución a los ciudadanos para evitar que vuelvan a repetirse escenas como las vividas la semana pasada en Artana.

Y es que, el drama de los incendios forestales ha quemado, en lo que llevamos de 2016, 4.018 hectáreas en la Comunitat, en 232 incendios. Y eso a falta de sumar las 1.500 hectáreas que ha calcinado el incendio de Artana, todavía por extinguir. El 97% de estas hectáreas quemadas se encuentran en la provincia de Valencia, donde los incendios de Bolbaite y Carcaixent arrasaron más de 3.500 hectáreas.

Desde la conselleria de Agricultura remarcan que el número de incendios se encuentra dentro de la media, que ronda los 400 anuales. El problema está en la superficie quemada, que no depende tanto de la cantidad de incendios como de su envergadura. De hecho, el año pasado ardieron 2.371 hectáreas en la Comunitat, con un total de 311 incendios. Es decir, más incendios que este verano pero menos hectáreas quemadas.

Esta paradoja obedece a que en 2015 la mayoría de estos fuegos eran conatos, que queman una superficie pequeña. El problema está en los grandes incendios, que calcinan enormes áreas de terreno.

En la Cadena SER nos hemos preguntado qué hacer en el momento de después, cuando los grandes fuegos dejan de ocupar las portadas, y las llamas se extinguen.

Desde la conselleria de Agricultura, como novedad, se han puesto este año en funcionamiento las llamadas mesas de concertación, donde expertos, ayuntamientos y miembros de la sociedad civil participan del la gestión del postincendio y planifican la actuación para asegurar la regeneración de los bosques.

Tras un primer informe de evaluación sobre los daños y la orogafría del terreno, la mesa se pone en marcha para decidir cómo actuar frente a la superficie quemada, según explica la consellera de Medio Ambiente y Agricultura, Elena Cebrián.

Cebrián insiste en que la clave no está solo en la regeneración de la vegetación, donde deben primar las especies autóctonas repartidas por el terreno, sino, sobre todo, en la recuperación del suelo. De ahí que en muchas ocasiones haya que dejar pasar bastante tiempo para poder entrar con maquinaria pesada al terreno, puesto que el suelo está dañado y muy expuesto.

Otro de los elementos de los que se ocupan las mesas es de planificar la creación de infraestructura necesaria para proteger la zona y facilitar las tareas de extinción de cara a futuros incendios. La consellera Cebrián insiste en que las medidas de regeneración deben combinarse con medidas de prevención.

Y la pregunta clave: ¿Cuánto tiempo tarda un monte en repararse después del fuego? Según la consellera, "mucho tiempo". Y por si fuera poco, el cambio climático que nos trae unos otoños secos y con pocas lluvias no ayuda a la regeneración natural de los bosques, que es la opción preferida a la hora de recuperar una zona arrasada por las llamas.

Este mecanismo, que además permite la incorporación de voluntarios para la regeneración ordenada de los montes, ya se ha puesto en marcha en los incendios que se declararon en Carcaixent y Bolbaite, en la provincia de Valencia. En el caso del fuego de Artana, la mesa se convocará una vez se dé por extinguido.