De Calles y Casas Natalicias
Las calles de Sorní y Escalante
De calles y casas natalicias
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Valencia
José Cristóbal Sorní y Eduardo Escalante fueron dos conocidos personajes del siglo XIX valenciano. El primero, abogado de profesión y político, llegó a ser Ministro de Ultramar en 1873 bajo los gobiernos de Figueras y Pi y Margall, desde donde tomó decisiones trascendentales sobre la liberación de esclavos y la abolición de la esclavitud en Cuba y Puerto Rico. El segundo, por otro lado, fue el mayor y más ingenioso sainetista de la Valencia decimonónica y una de las figuras claves del renacimiento cultural valenciano. Ambos nacieron en Valencia y ambos tienen dedicada, en la actualidad, una calle del Cap i Casal: La de Sorni, que pudo ser de Escalante, no tiene ninguna vinculación con el político valenciano. La de Escalante, que fue la calle del Mar del Cabañal, es donde se encuentra la casa natalicia del famoso sainetero. Dos ilustres valencianos unidos por la toponimia y una curiosa historia sobre calles y casas natalicias en la Valencia de entre siglos.
Ilustración 1. Lápida conmemorativa del centenario del nacimiento de José Cristóbal Sorní, colocada en 1913 en la calle de los Cambios nº 3, en la casa natalicia del político valenciano.
CALLES VINCULADAS A SUS TITULARES
Hasta mediados del siglo XIX, los nombres de las calles de la ciudad de Valencia respondían a criterios prácticos y hacían referencia a aquello que caracterizaba a la plaza o camino en cuestión. Sin embargo, la entrada en escena del liberalismo hizo desaparecer muchas de las antiguas denominaciones, consideradas vulgares, en pro de una serie de símbolos y signos que representaban los ideales y valores del nuevo estado.
De este modo empezaron a surgir, de la mano de comisiones nombradas ex profeso y del cronista de la ciudad, informes sobre cambios en el nomenclátor urbano donde se incluían catálogos de “hechos y nombres gloriosos en letras, armas y ciencias, casi todos del país” que por sus merecimientos fuesen susceptibles de ser homenajeados en el callejero.
En este contexto, fue práctica habitual la rotulación de calles con nombres de personajes que tuviesen una especial vinculación con ellas. O bien que hubiesen nacido en dicha calle, como el Poeta Querol o bien que hubiesen vivido o muerto en ella, como Cirilo Amorós. Pero no siempre fue posible llevar a cabo esta máxima y los sucesivos cambios en la administración y la disparidad de criterios a la hora de rotular las calles hizo que en ciertas ocasiones se vivieran episodios, cuanto menos, controvertidos.
LAS CALLES DE SORNÍ Y ESCALANTE
José Cristóbal Sorní murió en Madrid en 1888 y en su ciudad natal pronto surgieron las primeras voces que demandaban un homenaje digno para tan ilustre valenciano, cuya calidad humana y decidida actuación en contra la esclavitud le hizo ser rebautizado como el “Patriarca de las Libertades”. La calle escogida para rotular con el nombre de tan insigne político fue, como no podía ser de otra manera, la calle de los Cambios, en pleno barrio del Mercado, donde había nacido el patricio valentino allá por 1813. Pero un informe de Félix Pizcueta,
entonces cronista de la ciudad, desaconsejo el cambio de nombre por tratarse la calle de los Cambios de un topónimo histórico y por existir numerosas vías en el ensanche todavía por rotular. Después de esta negativa, la siguiente propuesta fue la de dividir la calle de Guillem de Castro en dos tramos y a uno de ellos, entre las Torres de Quart y el río, denominarlo calle de Sorni, pero tampoco prosperó.
Por otro lado, Eduardo Escalante murió en 1895 y pronto la calle donde nació pasó a denominarse con su nombre a petición de los vecinos del entonces independiente Pueblo Nuevo del Mar, formado por los actuales barrios del Cabañal, Cañamelar y Cap de França. Nadie entonces puso reticencias al cambio de nombre de la calle del Mar por el del famoso sainetista. Nadie hasta 1897, cuando el municipio se anexionó de nuevo a Valencia y sus designios volvieron a ser dirigidos desde el Ayuntamiento de la capital.
Fue 1905 cuando el entonces Alcalde de Valencia, Eduardo Llagaria, solicitó al negociado de estadística poner el nombre de Eduardo Escalante, según él: “Una de las glorias de la Valencia contemporánea, por su valor literario y por su excepcional condición de autor” a una de las nuevas calles del ensanche, ya que consideraba que la que tenía dedicada en el Pueblo Nuevo del Mar no hacía justicia con tan eminente autor. La calle propuesta por Llagaria fue la conocida como Continuación de Juan de Austria, la cual unía la calle Colón con el puente del Mar.
La petición del Alcalde fue aprobada por el Consistorio, pero pronto llegó a oídos de los vecinos de la calle Escalante del Cabañal, los cuales remitieron una carta al Ayuntamiento rogando que no se llevase a la práctica dicho cambio ya que “se ven muy honrados en que esta calle lleve el titulo de Escalante por existir tan insigne escritor valenciano en la memoria de todos nosotros y además por tener su casa natal en el número treinta y uno de dicha calle”.
Finalmente el ruego de los vecinos del Pueblo Nuevo del Mar fue atendido y Eduardo Escalante siguió dando nombre a la calle donde nació, para gloria de los vecinos del barrio marinero. A su vez, la calle Continuación de Juan de Austria acabó rotulándose con el nombre de Sorní, al que le habían negado la calle donde nació. La placa de la calle de Sorní se inauguró en 1906 con un gran boato por parte de las autoridades y en 1913, con motivo del centenario de su nacimiento, se puso una placa conmemorativa, ahora sí, en su casa natal de la calle de los Cambios.