La lucha contra la ablación empieza en Parla
‘Médicos del mundo’ y el ayuntamiento desarrollan un proyecto para la población subsahariana de la localidad
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Las mujeres se reúnen cada semana. Unas 150 han participado desde 2014 / Médicos del Mundo
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Parla
Cada año alrededor de 3 millones de niñas son sometidas a mutilación genital en todo el planeta. Son 8.000 niñas al día. Y aunque en España los casos de ablación en nuestro territorio son muy escasos, sí que se detecta una situación igual de grave: familias subsaharianas que, en el tiempo que pasan de vacaciones de vuelta en sus países de origen, realizan esta terrible práctica a sus hijas.
Teresa García de Herrero, Médicos del Mundo
12:42
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Parla es una de las localidades con mayor población de emigrantes en riesgo de sufrir ablación (según datos municipales, viven más de 2.000 personas procedentes de once países donde se practica la ablación como Senegal, Guinea Bissau, Guinea Conakry, Congo, Mali, Gambia, Sierra Leona o Costa de Marfil)) y por ello es considerado ‘zona de riesgo’ por ‘Médicos del mundo’, que ha elegido el municipio para, desde 2014, desarrollar, en colaboración con el ayuntamiento, un proyecto de formación de las mujeres de ese origen. Unas 150 mujeres parleñas han participado ya en este programa en el que, a través de charlas, se les informa sobre los riesgos y consecuencias de estas prácticas. “Hay problemas que conocen, como los riesgo de la ablación, pero también otros posteriores como problemas en el parto, para orinar o en las relaciones sexuales”, apunta Teresa García de Herreros, que pertenece al grupo contra la mutilación genital de ‘Médicos del mundo’. “Después de las charlas, son muy pocas las que siguen defendiendo esta práctica por aspectos de supersticiones o culturales”, apunta.
El ayuntamiento de Parla es el único de la región junto con el de Madrid que forma parte de una comisión de trabajo y también existe una mesa local para detectar y atender posibles casos.
Hay que recordar también que el Código Penal español contempla la mutilación genital femenina como un delito de lesiones castigado con la pena de prisión, incluso si se realiza fuera de nuestro país.