Agua para nadie

Murcia

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Nunca olvidaré aquella manifestación de regantes en la que pegaron e insultaron a varios de mis compañeros. Eran los tiempos del agua para todos y la maquinaria propagandística de aquel PP y de aquel gobierno puso en el disparadero de la antimurcianía a todo aquel que fuera crítico con el trasvase del Ebro o que pensara que el agua no era para todos sino para nutrir al boyante negocio de las recalificaciones urbanísticas.

Ser crítico en aquella época era, como siempre difícil.

Hoy veo mucho más claro toda aquella época: muchos agricultores y empresarios del campo fueron utilizados como arma arrojadiza. Les prometieron agua para sus campos y ellos –no les quedaba otra- se lo creyeron.

Hoy la realidad es que esos mismos agricultores tienen que seguir luchando cada día por que no les cierren el trasvase del Tajo. Luchando por un decreto de sequía que no llega. Luchando por que les bajen el precio del agua desalada.

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De aquel tiempo sólo quedan promesas que no llegaron. Muchos políticos que las hicieron ya no están. A otros ya no les quieren ni en las manifestaciones. La política de entonces no solucionó nada. Sólo crispó ánimos y enfrentó a vecinos.

Agua para nadie.