Economía colaborativa
La Firma de Doroteo González
Palencia
Les aseguro que hay vida más allá del fútbol y las elecciones. Entre las distintas sensaciones que puedan provocar los mítines y los goles de vez en cuando surgen noticias sobre hechos interesantes en el entorno más inmediato.
Sir ir más lejos Radio Taxi Palencia va a dar un paso muy importante para la modernización de su servicio. Nos lo contó esta misma casa, la Cadena SER, y la cuestión es que podremos pedir un taxi conociendo el tiempo estimado de espera, e incluso el coste que puede tener el servicio que solicitamos, con solo apretar un botón de nuestro teléfono móvil.
El taxi es uno de esos sectores que se ha visto amenazado por el surgimiento de nuevas propuestas en el mercado, incluso algunos avezados pensadores de la economía pronostican que el taxi está condenado a desaparecer tal cual hoy lo conocemos. Empresas y particulares tratan de imponer una idea de movilidad que según dicen está más acorde con los tiempos que vivimos y a un menor coste. Y es que un nuevo fenómeno recorre Europa y ese es el de la economía colaborativa.
Compartir gastos es el espíritu que impulsa la economía colaborativa. El éxito de la colaboración, en este caso, comienza exactamente en el momento en que nos damos cuenta de que la mayoría de nuestros coches pasan la mayor parte del tiempo parados, generando gastos en seguros, mantenimiento, impuestos,… y la mayoría de las veces solo aprovechamos una o dos plazas.
O cuando tomamos conciencia de los números apabullantes sobre otras cosas que son algo más que curiosidades, según me cuenta un amigo: el 40% de los alimentos del planeta se desperdicia; en Estados Unidos hay 80 millones de taladradoras cuyos dueños solo las usan 13 minutos de media, y un motorista inglés malgasta 2.549 horas de su vida circulando por las calles en busca de aparcamiento. ¿No les parece alarmante tanto desperdicio?
Compartir en vez de poseer. El consumo colaborativo quiere cambiar el mundo. Plantea una revolución abrazada a las nuevas tecnologías, entendida como réplica frente a los abusos comerciales, al mal servicio y a la pésima regulación administrativa. Tanto es así que esta era de la economía compartida está creando nuevas formas de emprender y también puede introducir un nuevo concepto de la propiedad.
En cualquier caso, compartir, prestar, alquilar… son verbos que se expanden con una fuerza nunca vista por la economía mundial. Y también nos muestra algo que parece ser un nuevo desafío social: confiar en el ciudadano desconocido.
Aunque, mientras tanto, yo abogo por darles una oportunidad y fiarme de nuestros taxistas en Palencia.