Todos los caminos conducen a Pedro
Concluida la temporada, la cúpula de Valencia Basket inicia un periodo de reflexión interna que debería tener como desenlace la renovación del entrenador
Valencia
Unas horas después de la eliminación en semifinales contra el Real Madrid, digerido el mal trago de una derrota inmerecida como epílogo a un año marcado por las lesiones, es el momento de hacer balance. Tanto en el entorno como, fundamentalmente, en las entrañas de la Fuente de San Luis. El periodo de reflexión anunciado en sala de prensa por Pedro Martínez el pasado jueves es justo y necesario. El entrenador y seis de sus jugadores finalizan contrato el próximo 30 de junio.
El club, por tanto, debe tomar decisiones al respecto del futuro de piezas determinantes durante varias temporadas como Rafa Martínez o Romain Sato, auténticos emblemas en el universo taronja. Además de ellos, Lucic, Shurna, Hamilton y Trias también concluyen su vínculo con la entidad de Hermanos Maristas. Pero, antes de introducir el bisturí en el vestuario, la prioridad de Valencia Basket se centra en solucionar el complejo asunto del entrenador. Un tema espinoso e invariable durante meses que ha llegado al momento clave.
Los actores en el proceso son esencialmente tres: Pedro Martínez, Chechu Mulero y Paco Raga. Entrenador, director deportivo y director general respectivamente, de sus reuniones en las próximos dias saldrá la fumata. Escuchándoles, todo apunta que será blanca. Pedro aseguró a la conclusión del cuarto partido que su deseo sigue siendo el de continuar en Valencia. Mulero ha repetido hasta la saciedad que, si depende de él, la renovación del técnico se cerrará en unas horas. Raga, más lacónico y oficialista, remite al director deportivo cuando recibe preguntas al respecto. Además de ellos tres, La Fonteta despidió al equipo el jueves con una atronadora ovación y jugadores con poso con Fernando San Emeterio abogan por la continuidad de entrenador y plantilla.
¿Qué falta entonces? El nudo gordiano. La negociación. Que ambas partes se sienten en una mesa y traten cuestiones como la plantilla 16/17, los numerosos problemas médicos surgidos en los últimos meses, el anáisis de las decepciones en Eurocup y Copa del Rey y, en un punto más secundario, el salario a percibir por el técnico. Desconozco si existen grandes diferencias en alguno de estos epígrafes, pero intuyo que entrenador y director deportivo comparten la visión al respecto del Valencia Basket que viene. Espero no equivocarme.
El éxito de este grupo de técnicos y jugadores reside esencialmente en haber sido un equipo siempre y ante cualquier circunstancia. La plantilla que se despedía el jueves de La Fonteta será recordada con el paso de los años pese a no haber campeonado en ninguna de las competiciones que disputaba. Por su record de victorias consecutivas, por su estilo ambicioso, valiente y divertido, por el 28-6 con el que cerró la temporada regular y, sobre todo, por el sentimiento de unidad en el grupo que acabó contagiándose a cada una de las localidades del pabellón.
Algo que en ocasiones tiene incluso más importancia que levantar una copa. La Eurocup conquistada en 2014, sin ir más lejos, dejó heridas que no se cerraron hasta el cese de Perasovic meses después. El escenario actual, afortunadamente, supone la antítesis de aquel. Solo falta que en todos los despachos de La Fonteta el diagnóstico realizado sea el mismo.
Fran Guaita
Jefe de Deportes en Radio Valencia y director de SER Deportivos Valencia