Viaje al siglo XIX en la Catedral de Cádiz

Cádiz

La máquina del tiempo de la Catedral de Cádiz se activa este domingo. Volverá atrás unos 200 años. Todo ese tiempo hacía que la Missa de Requiem del maestro de capilla Antonio Maqueda no sonaba. Y volverá a hacerlo con algunos de los instrumentos originales de la época, algunos ya en desuso como el figle o el armonium. Forma parte del repertorio del concierto In civitatem sanctam, a cargo del conjunto vocal Virelay.

Tal y como ha contado el director de este conjunto, Jorge Enrique García, en el programa Revista Cultural de Andalucía, de la SER de Andalucía, esta pieza lleva guardada sin interpretarse desde el siglo XIX tras haberse descubierto en el archivo de la Catedral gaditana y volverá a sonar en el concierto que mañana a las 19:00 en el concierto titulado In civitatem sanctam.

“Queremos que los asistentes escuchen la música tal y como sonaba entonces”, desea García, quien para cumplir esa misión ha conseguido que para este concierto suenen dos instrumentos originales de la época como son el figle, instrumento de viento de metal con forma de tuba estilizada que ya no se fabrica por la dificultad de su manejo, y el armonium, una especie de órgano más expresivo que se ha hallado en la Catedral.

Será un concierto para difundir el “importante patrimonio musical de Cádiz” y ponerlo en su contexto europeo, porque, además de la misa recuperada de Maqueda, también se interpretará el requiem del francés Gabriel Fauré, para lo cual se ha invitado a la escolanía Iuvenalia de Jerez, con miembros de unos 13 años, dirigida por Ana Belén Ortegaa.

“Fauré y Maqueda eran contemporáneos y nos parecía una manera de enriquecer el concierto poder contar con piezas de ambos autores”, explica el director del conjunto musical.

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“Fauré no tenía mujeres en su coro sino que contaba con niños, tenores y barítonos, de ahí que la participación de la escolanía sea esencial, además para dar una gran pincelada de color”, detalla García.

Otra de las sorpresas será la interpretación de una breve misa de Charles Goudot, compositor francés también del siglo XIX, que veraneó alguna vez en Cádiz, y cuya presencia va a servir también para hilar la transición entre el bello requiem de Fauré y el lirismo de la misa de Maqueda, influido por la ópera de la época que conoció cuando ejerció de director musical del teatro de Cádiz.

Este trabajo es sólo una parte de la labor de recuperación de Vileray del archivo de la Catedral de Cádiz, donde, según su director, “todavía hay un tesoro inconmensurable por descubrir” como los cantos gregorianos de Cádiz, los libros de coros o los de polifonía, como el más antiguo de Francisco de Guerrero, datado en el siglo XVI

El concierto empieza a las 19:00. La entrada cuesta 10 euros, a modo de donativo para la recuperación de patrimonio musical, y los niños menores de 12 años no pagan. Una iniciativa para que los más pequeños se acerquen a la historia de la música gaditana.