El 'profesor' que leía contadores de agua
Damián Perera Vega imparte clases particulares a los niños y jóvenes de La Aldea sin cobrar nada a cambio. No tiene horario y llama amigos a quiénes reciben su ayuda. Trabaja para el Ayuntamiento leyendo contadores de agua y desde que termina comienza con su pasión. "Le digo a los chicos que guarden el dinero para cuando salgan de La Aldea, que todo se les va a hacer poco", dice.
Cadena Ser
Las Palmas de Gran Canaria
"Los profesores son los que terminan la carrera, yo soy un aficionado y me gusta enseñar". Damián Perera, vecino del municipio de La Aldea de San Nicolás, imparte clases particulares a los niños del pueblo del oeste de Gran Canaria sin recibir nada a cambio. Está cursando tercero de matemáticas en la UNED y tiene formación en otras áreas, como telecomunicaciones. En la actualidad, trabaja para el Ayuntamiento leyendo contadores de agua. Hace dos décadas que comenzó a colaborar con niños, ofreciendo clases. "Echando una manita a los niños que más lo necesitaban", dice Perera.
"Intento que los alumnos de la misma materia o área queden conmigo para resolver dudas", avanza, y añade que ya imparte clases a todos los niveles educativos, desde el colegio a la universidad.
Matemáticas, Química o Física son algunas de las áreas de trabajo en la que Damián Perera prepara a los jóvenes de su municipio que recurren a él. "Ahora a final de curso, empezamos a las cinco de la tarde y a veces llegamos hasta la madrugada; la gente tiene interés en que no le quede nada para el verano", dice Perera que apura las horas estos días para los alumnos que se presentan a la Prueba de Acceso a la Universidad.
"No doy clases, echo una mano", advierte Perera. "No cobro porque así no estoy obligado con los horarios y también porque, insisto a mis amigos -no alumnos-, que todo el dinero que puedan reunir que lo guarden porque cuando tengan que salir de La Aldea todo el dinero que tengan va a ser poco", concluye.
La situación socioeconómica de La Aldea de San Nicolás se ha agravado con la crisis por la que se desangra la agricultura, principal sector económico del municipio. Además, para estudiar fuera del término municipal, en muchas ocasiones, hay que buscar residencia en la capital de la isla, donde se encuentran los centros de estudio superiores. "El tiempo que dispongo es porque mi madre y mi hermana me ayudan a tenerlo libre, para poder ayudar a los demás", culmina Perera. Los chicos, eso sí, agradecen las clases con tomate, piña, cebolla o aguacate.
