¡Apaga y vámonos! con Romualdo López

Murcia

'Trilogía de la caspa melódica promocional'

Hoy me he levantado poético y he decidido escribirle a nuestra región. Sí, Murcia la hermosa, donde vive el sol, la no-typical, la del puerto de culturas, la del noroeste de alma seductora, el corazón de la huerta de Europa... Venga, ahí voy, a ver si os gusta lo que he escrito:

Dame un quinto, que me tumbo al sol.

Qué bien vivo yo en esta región.

Y póngame una marinera,

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dame pulpo y échame limón.

Un caldero en Cartagena,

de Calasparra le pongo el arroz.

Y qué melones y qué peras,

de Cieza es el melocotón.

¿Qué os parece? Yo estoy muy orgulloso de este poema. Había pensado además hacerlo con música, grabar un videoclip y que, cuando digo lo de los melones y las peras, apareciera desde atrás una chica con dos buenos melones, meneándolos un poco. La idea era ir en un coche ahí cantando, en plan amigos canallas de cubateo. Como si viniéramos de la plaza de las Flores de estar con la gente guapa. Espero que las pesadas de las feministas no me den mucho el follón con la idea de que aparezca la chica, la gente es que tiene muy poco sentido del humor.

Vale, sí, a estas alturas me habréis pillado ya. No he tomado ninguna sustancia rara para desayunar ni tampoco este precioso poema es mío. Si queréis poesía de verdad, podéis asistir a los recitales organizados dentro del Mursiya Poética que organiza el inquieto colectivo Iletrados. Hoy viernes 3 de junio, sin ir más lejos, le toca el turno al escritor Javier Moreno junto al cantautor Río Viré en el café Zalacaín. Buscad ‘Mursiya Poética’ en internet. Dicho queda y vuelvo al caos.

Esa letra entre lo turístico, lo gastronómico y lo casposo con la que he comenzado pertenece al último engendro musical perpetrado en honor a nuestra región. Es una versión de otra canción igual de mala pero sin el aporte localista. Una vez más gritándole al mundo que somos una región de seres primarios, zampabollos, salidorros y discípulos del humor de Arévalo. Y lo curioso es que no parece disgustar del todo. Seguramente disguste más que un tío al que no conoce nadie, como yo, critique esta pieza tan graciosa. “Acho tío, no seas amargao, tómate una marinerica y mira las payas cómo se ponen en primavera” me podrían decir. Los creadores, por si andáis despistados, son Los Happys, un invento verbenero del televisivo Antonio Hidalgo junto a unos colegas. Supongo que para sacarse un sobresueldo y pegarse unas juergas. Más de 50.000 visualizaciones en Youtube les avalan. La masa manda. El antecedente viral más cercano lo podríamos tener en el ‘Murcianico Style’. Más o menos el mismo formato de hacer una versión de canción basura ya famosa y añadirle ese humor localista, paliativo de nuestro complejo paleto.

Como guinda de la trilogía de la caspa melódica promocional, mi canción favorita. Es droga dura para los oídos. En este caso una canción creada por sus intérpretes, un hito en la música murciana por conseguir mezclar una melodía babosa que se anticipaba a Pablo Alborán, con una vocación servil con el gobierno vigente por aquel entonces. Un medio tiempo de corte pop para murcianos de pro de la época, enamorados de su tierra, con su pequeño desarrollo inmobiliario, su barquico y su punto de amarre. O para ilustrar aquellas manifestaciones de regantes tan amables con algunos medios. Era el 2005 y Por Herencia regalaba al mundo esta joya para enamorar a esa chica pepera que se te resiste. El videoclip es oro molido, se les ve jugueteando entre regadíos, levantando el tablacho, visitando las tradicionales norias y alternando eso con niños lanzando barquitos de madera o rodeando una bola del mundo en un emocionante corro de la patata.

Llega el calor, no me hagáis caso, soy muy renegón y seguramente estas sean grandes canciones que nos definan. Que no os falte el agua que, como enseguida empezará a recordar Matías Prats, hay que llevar cuidado con los golpes de calor. Puede acabar uno haciendo canciones y luego pasa lo que pasa.

Romualdo López