La silla vacía de Rita Barberá
La silla sobre la que se sentó como alcaldesa por última vez el 12 de junio de 2015 se quedó ayer vacía. Barberá volvió a demostrar desprecio hacia la casa que se lo ha dado todo en política
El punto de vista de Julián Giménez - 25 de mayo
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Valencia
La silla que todos los viernes ocupó durante 24 años para presidir las reuniones del gobierno municipal, la silla desde la que se dirigía semanalmente a la prensa, esa silla sobre la que se sentó como alcaldesa por última vez el 12 de junio de 2015, esa misma silla se quedó ayer vacía. Y se quedó vacía porque Rita Barberá volvió a demostrar desprecio hacia la casa que se lo ha dado todo en política.
Dejó el Ayuntamiento por la puerta de atrás. Ayer pudo volver a entrar por esa puerta, demostrar algo de querencia por la institución, y resarcirse de su salida en falso. Pero no, el guión de esta película estaba ya escrito y Barberá, muy aplicada, lo cumplió a rajatabla.
Julián Giménez
Licenciado en Ciencias de la Información por el CEU San Pablo de Valencia y Máster en Comunicación y...