Cuando fuimos los mejores

Valencia

Son tiempos complicados para la afición del Valencia. El Atlético de Madrid se encumbra como mejor tercer equipo de la Liga en lucha directa con los dos gigantes,  el Sevilla gana su tercera Europa League consecutiva y viaja directo a la Champions League mientras que 'su' Valencia se tendrá que conformar con competir en la Liga y la Copa del Rey. El 9-1 en títulos es aplastante a favor de los andaluces en estos últimos 11 años. Es en este momento, más que nunca, es necesario mirar con perspectiva la situación y ver que hace no tanto el Valencia reinaba en Europa y era nombrado mejor equipo del mundo. El secreto es la coherencia y  unos pilares muy claros y firmes.  

IDENTIDAD  

El espejo en el que el Valencia solía mirarse está roto. Los pedazos de solidez, de envidiable tono físico, de voracidad a la contra y de obsesión con mantener la portería a cero se han ido esparciendo y separando hasta difuminar las grandes señas de identidad de un equipo que consiguió lo más complicado: identificar a toda una afición con su club. 

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UNA MAQUINA DE GANAR TÍTULOS 

Hasta 6 en 5 temporadas. La historia del Valencia CF tiene entre los años 1999 y 2004 una parada obligada en la estación de la gloria. Algunos no habían celebrado una sola Liga de su equipo, apenas una alegría que llevarse al corazón, con el que el escudo estaba en deuda.

Todo empezó un 26 de junio en Sevilla. Mendieta y el Piojo López abrieron, sin saberlo, la puerta de una era que no había sido soñada ni por los más optimistas.  Cambiaban los nombres, pero no los perfiles. Los entrenadores y directores deportivos, pero no las ideas. 

LA CLAVE: ACIERTO EN LOS RECAMBIOS DE ENTRENADORES Y JUGADORES

El Valencia volvía a ganar un título 19 años después y curiosamente, su principal artífice, Claudio Ranieri, ya había dicho adiós. Su destino estaba en el Atlético de Madrid, el gran perdedor de aquella final. Sin embargo, el equipo presidido por Pedro Cortés logró retener a dos pilares como Mendieta y el Piojo López.

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El Valencia se quedaba sin la persona que le había dotado de un rumbo deportivo, de un estilo tras años en el desierto de la mediocridad. Sin embargo no hubo miedo al cambio y sí un recambio de garantías: Héctor Cúper. Es el denominador común del éxito valencianista: la figura del técnico. Claudio Ranieri, Cúper y Rafa Benítez. Distintas escuelas pero un libro de estilo coherente con una línea y un espíritu: el de un equipo sólido, con carácter y contragolpeador. 

SIN MIEDO: VENTA DE CRACKS

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Se competía, se ganaba y se vendía a los mejores jugadores. Esa era la forma de proceder del club en sus años dorados. Exceptuando casos como Ayala o Albelda, piedras angulares del equipo en la consecución de dos ligas, dos UEFA y una Supercopa de Europa, los mejores jugadores fueron abandonando uno a uno la plantilla y dejando tras de ellos suculentas cantidades, de las cuales sólo se invertían pequeños porcentajes en busca de los sustitutos. 

Mendieta y Piojo López a la Lazio, Gerard al Barcelona, Farinós al Inter de Milán... jugadores clave que abandonaron el Valencia para permitir la llegada de otros como Baraja, Albelda tras su cesión en el Villareal o Aimar. Jugadores que marcaron una época en la que se asumía, sin pretender equipararse con los grandes, que el Valencia era un club elegido por muchos para triunfar y alcanzar su mejor nivel futbolístico.   

DOS FINALES DE CHAMPIONS LEAGUE 

El fruto del trabajo de tres años tuvo su reflejo en el ascenso del Valencia, que pasó de ser un equipo de mitad de tabla a un finalista de la Champions League en dos ocasiones consecutivas. La clave que mejor explica la filosofía de club es observar los dos onces titulares del Valencia en ambas citas, ante Real Madrid y Milán respectivamente. 

REAL MADRID - VCF (1999-2000) : Cañizares; Angloma, Djukic, Pellegrino, Gerardo; Farinós, Mendieta, Míguel Ángel Angulo. Kily González, Gerard López, Claudio López.

VCF - BAYERN DE MUNICH (1999-2000) : Cañizares; Agloma, Ayala, Pellegrino, Carboni; Baraja, Mendieta, Kily González, Sánchez, Aimar; Carew. 

Seis cambios de un once respecto al otro. Fiel reflejo de que la política de ventas no es necesariamente un paso atrás en lo deportivo, sino un reto anual para la dirección deportiva de un club. 

 LA GLORIA CON BENÍTEZ 

Toda obra tiene una culminación. Y la del Valencia CF llegó con Rafael Benítez. Otra vez se va un entrenador querido y respetado y llega uno con experiencia en Segunda División pero con su hoja de servicio en Primera intacta. Una apuesta clara, aunque no fue el primer candidato. Empezaba un sueño del que los valencianistas no quisieron despertarse. Dos títulos de Liga y una UEFA en tres años. De nuevo con salidas y entradas en el equipo. Un conjunto al que cada vez más querían llegar y menos querían irse. Fue la época dorada del Valencia CF. 

MEJOR EQUIPO DEL MUNDO

Otro de los títulos que no se exponen en vitrinas pero que llenan de orgullo es el de mejor equipo del mundo para la Federación Internacional de Historia y Estadística. Detrás quedaron clubes como Boca Juniors y Manchester United. El Valencia reinaba en el mundo del fútbol. A partir de ahí, la ausencia de normalidad provocó una lenta pero incesante decadencia, frenada por la vuelta de Javier Subirats con Quique Sánchez Flores en el banquillo o la etapa de Unai Emery con tres clasificaciones consecutivas y directas para la Champions League. 

Ahora, las diferencias económicas que acarrea la clasificación deportiva sitúa al Valencia en una doble dificultad: la de encontrarse a sí mismo sin los ingresos de un equipo Champions para competir con aquellos que los tienen y que además han aprovechado estos años para implantar un método claro de trabajo: un método que que el Valencia tendrá que reconstruir uniendo trozos de un espejo roto.