Gloria Sousa: "Pensé en suicidarme, pero estoy aquí"

Ponferrada

Una historia de lucha y esperanza. Esa es la experiencia vital que atesora la berciana Gloria Sousa después de 30 años de batalla contra el sida.

Esta vecina de Toral de Merayo, de 65 años, se operó en el hospital Ramón y Cajal de Madrid en mayo de 1986 y, durante una transfusión de sangre, fue contagiada del VIH. Lo supo poco después, pero no lo hizo público hasta principios de los noventa, cuando comenzó una verdadera odisea judicial, acompañada de la resonancia mediática de su denuncia.

El caso es que la mejora de los tratamientos y el apoyo familiar y ciudadano han obrado el milagro: su enfermedad, letal en los años en que la contrajo, se ha convertido en crónica. Gloria Sousa reconoce que ahora mira la vida de otra manera y aconseja a quienes se enfrenten a un problema así que mantengan la esperanza, porque ella es la primera sorprendida por este tiempo, que considera "una oportunidad grande que dio la vida".

Momentos "horribles"

Atrás queda una vida de disgustos y de experiencias que define como "horribles, pensaba que iba a durar poco". Era tanto el pánico inicial que no olvidará el momento en que salió de una consulta y tuvo que comunicarle a su hija de 14 años lo que pasaba. Esa fue la primera vez en que pensó en suicidarse, aunque con el tiempo ese sentimiento negativo ha desaparecido.

Lo más duro ha sido ver sufrir a su marido, que falleció poco después, y a sus hijos, que comenzaron a tener problemas en los estudios. Sin embargo, el paso de los años le ha permitido amarrarse a la vida y ver las cosas de otra manera. De hecho, reconoce que su problema actual es el mismo que el de el resto de las personas de su generación: servir de soporte a sus hijos en sus problemas laborales.

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Su calvario judicial se saldó con una indemnización de 16 millones de pesetas, algo que para nada le ha compensado, porque ha descubierto que el dinero no alcanza el valor que tiene la salud, "el dinero no sirve de nada", sentencia

Con el paso de esos 30 años desde su contagio, Gloria Sousa revela en esta entrevista alguna experiencia más: a estas alturas solo le ha pedido perdón por lo sucedido el doctor que la operó de cadera, a pesar de no ser el responsable de la llegada de sangre infectada al hospital

Optimismo

Con todo, Gloria dice encontrarse "bien". Ha sufrido varias operaciones por diferentes motivos, pero ha pasado de tomar 26 pastillas diarias a tan solo tres. Ve la televisión, escucha la radio y comparte alegrías con su familia, es decir, lleva una vida ‘normal’ porque está convenida de 'haber ganado esta batalla a la muerte'