Rivera coloca al humorista 'Felisuco' como candidato para las generales

Madrid

No habrá primarias porque no vamos a tocar las listas, dijo Albert Rivera hace unos días. Sin embargo, Ciudadanos ha aprovechado la repetición electoral para hacer algunos retoques sin ser sometidos al refrendo de la militancia. Entre ellos, el del candidato del partido por Cantabria, Carlos Pracht, médico de profesión que aseguró que el aborto es una forma de violencia. Como sustituto, la formación ha escogido al humorista y actor Félix Álvarez, Felisuco, conocido principalmente por su participación en el programa El Informal, de Telecinco.

Los "retoques" que el partido someterá ete sábado a ratificación del Consejo General no se quedan ahí. Además, el también actor Toni Cantó pasará a liderar la lista por Valencia. Hasta ahora ocupaba la segunda posición porque así lo decidieron los militantes hace unos meses. Según ha informado el partido, este cambio ha sido acordado por ambos dirigentes. En una carta remitida por su predecesor, Vicente Ten, ha explicado los motivos por los que decide dar un paso atrás. El intercambio se justifica en que Cantó es un "gran parlamentario y comunicador" a pesar de que Ten tiene un perfil técnico como Economista y Técnico de Hacienda del Estado. La llegada del actor de Siete Vidas desde UPyD a la delegación valenciana del partido provocó malestar interno.

Además de esos cambios importantes para el partido que prepara la campaña formando a portavoces que aminoren el desgaste de Albert Rivera, el partido también está haciendo movimientos en algunas candidaturas que no consiguieron representación el pasado 20 de diciembre. Es el caso de Cáceres, Segovia y Ávila donde aún no se ha comunicado quién ocupará el primer puesto. En Vizcaya, la renuncia del número uno por discrepancias con la dirección también ha dejado un hueco. En este caso Fernando Velayos ha reprochado a la formación que utilizara Euskadi en la pasada campaña para ganar votos en otras regiones de España. El dirigente ha denunciado además la falta de democracia interna, la apertura de expedientes y los "dedazos" de la dirección para colocar a perfiles más afines.