Fiesta de la ITA
La Firma de Pedro Brouilhet
Palencia
Hoy los jóvenes están celebrando la fiesta de la ITA. Más de 10.000 personas apuntadas. Todo un espectáculo. Tenemos guardias de seguridad, vallas cerradas, se paga 5 euros para los posibles gastos. Por segundo año no pueden entrar los menores de edad. Veremos a ver como se controla esa entrada. Un macro-botellón en toda regla que se realiza en un parque que ha sido dejado en los últimos años de la mano de Dios. Esperemos que no haya ningún altercado.
Muchos jóvenes están esperando esta fecha durante todo el año. El sábado por la tarde, la calle mayor estaba llena de personas haciendo colas para adquirir una entrada. Una vergüenza el estado en el que quedo nuestra calle más importante.
¿Son esas las fiestas alternativas que ofrecemos? Lo lamento mucho, pero se apuesta por lo fácil y se desecha el trabajo a medio y largo plazo y con criterio. Tampoco esperaba menos. Y el mensaje que se lanza a los adolescentes es claro. Cuando cumplas dieciocho, podrás acceder a la fiesta de la ITA. Es mucho más barato que fomentar y apoyar el deporte, el ocio, la cultura, y desde luego, infinitamente más fácil y menos imaginativo.
Esta realidad, el botellón no es solo una “joya” de nuestra ciudad, sino que es una constante en todo el país. La realidad nos muestra que la situación es mucho más compleja de lo que aparenta.
¡Prohibir el Botellón! Sí, pero, ¿cómo? ¿Sanciones a los establecimientos que venden alcohol a partir de determinadas horas?: Se compra antes.
¿Prohibir la venta a menores?: encuentran un amigo mayor que les compre.
¿Prohibir beber en las calles?: se buscan lugares más apartados. Así sucesivamente, y es que estas medidas serán ineficaces siempre que no estén acompañadas de una campaña mucho más amplia por parte de distintos colectivos.
En unos días iniciaremos la campaña electoral. Señores candidatos. ¿Cuáles son sus propuestas para nuestros jóvenes? ¿Qué alternativas culturales, sociales, deportivas, de desarrollo y de tiempo libre tienen en sus programas?
Existe una generación de jóvenes que merecen la pena y con la ayuda de otros pueden cambiar esta sociedad. Tenemos que apostar por ellos, ayudándoles, dejando que se equivoquen, darles protagonismo, escucharles y enseñarles a ser críticos y responsables. Y al mismo tiempo proponerles alternativas de tiempo libre.
