‘Voto por la cultura’

Los Barrios

El día 26 de junio nos han convocado para depositar, de nuevo, nuestro voto en las urnas ante la absoluta falta de entendimiento entre los partidos políticos en estos cuatro meses de negociaciones. Como me reafirmo en todo lo que ayer dejó en este mismo espacio el compañero Estanislao, no voy a repetirme porque más claro que él no creo que lo diga: “estos cuatro meses nos han servido de mucho y han colocado a cada uno en su sitio”. Ahora dará comienzo una campaña electoral en la que los candidatos intentarán convencernos de que la suya es la mejor opción para el devenir de nuestro futuro en los próximos cuatro años y seremos nosotros los que votaremos sin olvidar, espero, todo lo visto.

Así que voy directa a lo que realmente me interesa. Yo, que quieres que te diga, pero el día 26 de junio tengo una cita ineludible a la que no pienso faltar y a la que me había comprometido antes de que se anunciase la fecha de las elecciones. A la hora en la que ya estará la mayoría de votos escrutados y los políticos comiencen a salir a dar la cara de sus respectivos fortines para, sea el resultado que sea, nos hagan ver que el suyo ha sido un buen resultado, ésta que escribe estará en otra dimensión, desconectada de esta. Estaré en pleno éxtasis junto a Amancio Prada acompañado por la orquesta sinfónica y coro de RTVE en un enclave maravilloso como es el Palacio de Carlos V en Granada, conmemorando los 65 años del Festival Internacional de Música y Danza que durante dos semanas llenarán de sonido y movimiento esta bella ciudad. Arropada por las estrellas y una luna menguante, afortunadamente, no escucharé los cantos de sirena sino que me dejaré atrapar por el Cántico Espiritual de San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús. Esas serán mis merecidas vacaciones.

Leo en un periódico granadino que la coincidencia del sublime espectáculo con el día de las elecciones, puede que haga que la representación política al completo no pueda estar en el acto. La verdad, no creo que al devoto público le importe eso nada ni creo que le importe a Amancio Prada; porque, si somos sinceros, los que realmente sostenemos la cultura somos los que la amamos, los que en peregrinación vamos a su encuentro, los que con esfuerzo pagamos nuestras entradas. Los políticos, la mayoría de ellos, si asisten es para ponerse la medalla, para salir en la foto y principalmente, y mira que queda feo decirlo así tan vulgarmente, porque van de gañote.