Liberan a dieciocho víctimas obligadas a ejercer la prostitución en Torrevieja
La Policía Nacional ha desarticulado dos organizaciones nigerianas que explotaban sexualmente a más de cincuenta mujeres, algunas menores
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Alicante
La Policía Nacional ha desarticulado dos organizaciones nigerianas que explotaban sexualmente a más de cincuenta mujeres, algunas menores, en una operación en la que ha detenido a treinta personas en Torrevieja y Orihuela, Cartagena, Alcalá de Henares y Valencia.
Hay 30 detenidos. De ellos, dieciocho han ingresado en prisión por orden judicial.
Los agentes han liberado a dieciocho víctimas que eran obligadas a ejercer la prostitución durante más de doce horas diarias en Torrevieja, donde se encontraba asentada la red que era dirigida desde Ceuta.
También liberaron en la frontera de Ceuta a una menor embarazada mientras que otra víctima fue rescatada en Guadalajara.
Entre las dos organizaciones se distribuían las zonas en las que colocaban a las víctimas y pactaban los precios con el fin de controlar todo el negocio y evitar posibles competidores, actuando como auténticos cárteles. El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, ha destacado la especial "crueldad" con la que actuaba esta red.
Ignacio Cosidó: 'La red de trata desarticulada era una de las más crueles
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Las víctimas eran obligadas a ejercer la prostitución en la calle todos los días desde las siete de la tarde hasta primera hora de la madrugada del día siguiente y no podían regresar al domicilio en el que vivían con los tratantes hasta que les dieran permiso.
Una vez en las viviendas tampoco podían descansar pues sus tratantes las obligaban a trabajar como cuidadoras de ancianos y a limpiar y a cocinar para ellos.
Si desobedecían las órdenes y no obtenían el dinero suficiente por sus servicios sexuales las castigaban a alimentarse exclusivamente de pan y eran sometidas a rituales vudú en los que tragaban agua sucia con arena o tenían que caminar desnudas por los patios de las casas en las que residían.
Además, eran sometidas a todo tipo de agresiones y vejaciones llegando una de las proxenetas a amenazar de muerte a una de las víctimas en presencia de los policías en el momento de la detención si se atrevía a denunciarla.
La red utilizaba la influencia de un líder espiritual, pastor de una iglesia de Torrevieja que conocía la situación de las víctimas y ocultaba en su iglesia su documentación, lucrándose con los beneficios obtenidos de su explotación. Las mujeres explotadas se veían obligadas a pagar al pastor para ser perdonadas por ejercer la prostitución.
Buena parte de los beneficios obtenidos de la explotación de las mujeres se enviaban clandestinamente a Nigeria y la Policía ha detectado que manejaban cantidades de dinero enormes y en concreto movimientos de dinero de más de un millón de euros.