El Cádiz, más de lo mismo
El equipo de Álvaro Cervera perdió por cero a uno un partido en el que mandó poco más de diez minutos
Juanjo disputa un balón con un rival. / Cadena Ser
Cádiz
La misma historia. La que los cadistas han visto una y otra vez. El mismo equipo, el que los aficionados sufren cada siete días. Otro entrenador, que mira a sus jugadores y no entiende cómo ofrecen ese nivel. La misma canción. Más de lo mismo.
El Cádiz no es capaz de sacar un punto ante un rival que venía pendiente de sellar la permanencia. Lo advertía el entrenador, que tienen mejores números fuera que en casa y así lo han demostrado. En Mérida el Cádiz empató y en Carranza pierde. Cinco partidos y un sólo punto, eso sí, ante el tercer clasificado, aunque valga lo mismo.
Los jugadores el Cádiz salieron locos por demostrar que la clave era el cambio de entrenador, que la lupa había que quitarla del césped. Y poco más de diez minutos duraron las intenciones. Pocos jugadores se salvaron de la quema. Lolo Plá, Álvaro, Román y pare de contar. El equipo lo intentó en los primeros compases, mordía arriba, apretaba en el centro del campo y se mostraba sobrio en defensa.
Pero pasado ese primer tercio de la primera mitad fueron perdiendo las fuerzas, fueron perdiendo la confianza, la autoestima, las ganas. Aparecieron los viejos fantasmas, como si al mirar a la banda siguieran viendo al anterior entrenador. Sin fútbol, sin ideas. La ocasión más clara la tuvo el Mérida, que tras rematar un córner casi marcan si no llega a ser porque Andrés sacó la pelota bajo los palos.
Entre ataque y ataque del Mérida alguna contra del Cádiz, que ni con Román ni con Lolo Plá pudo marcar el primer tanto. Las sensaciones no eran del todo malas. El equipo dejaba lugar para las dudas de los optimistas y todo apuntaba que al tirar la moneda, esta vez saldría cara.
Pero no, otra vez cruz. El Cádiz salió del descanso sin creer, preso de la ansiedad y sin el criterio del principio del partido. Así fue llegando el nerviosismo, los jugadores del Mérida se fueron encontrando cada vez más cómodos y los cadistas más encorsetados. Hasta que llegó el gol de los visitantes. Una pérdida de balón en tres cuartos de campo rival y la contra del Mérida la culminan con una jugada de tiralíneas y un fuerte disparo desde fuera del área. Pol no pudo hacer nada.
Luego el Cádiz lo intentó a golpe de corazón, pero sin éxito, sin generar ocasiones. Así hasta que llegó el final y la película de siempre. Otro fiasco en Carranza, otra vez la misma canción. Otra vez, más de lo mismo.
