Réquiem

Córdoba

La crisis de refugiados en las puertas de Europa ha puesto de manifiesto otro gran fracaso del proyecto europeo, descubriendo la verdadera cara de sus pilares, basados sobre lo puramente económico al servicio del capital, lejos de lo social, lejos de las personas y de la solidaridad. La historia recordará una Europa que un día, dió la espalda a miles de personas que buscaban protección, huyendo de guerras y conflictos en busca de la Europa de los valores.

El mundo asiste indignado ante semejante tragedia, estupefacto ante semejante respuesta de una Europa que presume ser la cuna de los derechos, y pisotea esos derechos, una Europa que presume ser la cuna de la democracia, y desoye el clamor de sus ciudadanos, una Europa que presume de los valores sagrados del mundo civilizado, y acaba sometiéndose a la repugnancia de asistir contemplando la agonía de miles de mujeres, niños y ancianos ahogándose en sus costas.

Acuerdos inhumanos con terceros países para limpiar sus puertas, pactos de la vergüenza, mercadeo de intereses, se compran y se venden personas por millones de miserables euros, para devolverlas con sus mismos verdugos. Expulsiones masivas de solicitantes de protección, familias enteras detenidas y hacinadas contra su voluntad, rodeadas de policías y de soldados en campos de concentración.

Queda evidente la deshumanización de esa Europa de los derechos, de esa bandera del mundo civilizado, queda latente el fracaso y la falsa humanidad, dejada en manos de mafias y de las olas del mar. No sólo es una crisis humanitaria, sino también, una crisis política y de valores, de una Europa, que debería repensar seriamente su refundación y su identidad, resulta necesaria una labor ingente de reconstrucción de otra Europa de la solidaridad y de la cooperación. Réquiem por el derecho de asilo en Europa, secuestrado como tantos derechos, por no decir ahogado intencionadamente en el Mediterráneo y en el mar Egeo. Réquiem por la Europa social, porque la Europa social ha muerto.