El Cristo de la Victoria procesionó por la tarde por la presión popular
La talla ubicada en Serradilla llevaba 35 años sin salir de su santuario. Aunque durante la mañana se suspendió la procesión la presión popular hizo que la imagen saliera por la tarde
La venerada imagen del Cristo de Serradilla en el cartel que anuncia la procesión extraordinaria del 16 de abril / Cedida
Serradilla
El Santísimo Cristo de la Victoria o el “Cristu Benditu” en la habla serradillana llevaba 35 años en su camerín del retablo de la Iglesia de las Agustinas Recoletas de la localidad. Finalmente y tras retrasar en diferentes ocasiones la salida de la procesión el Cristo pudo ver las calles de la localidad en torno a las 16.00 horas, por el "casi motín" de los serradillanos según ha dicho en la SER Norte de Extremadura el secretario diocesano de Religiosidad Popular, Antonio Cano.
Cano ha relatado a la SER Norte de Extremadura que los más de 30 autobuses que habían llegado a Serradilla ya habían partido y que él mismo estaba ya en Plasencia cuando los habitantes comenzaron a pedir a las puertas del monasterio que ya que no llovía que la imagen saliera en procesión.
Ante la presión de los habitantes la Madre Superiora accedió a la demanda y la imagen pudo recorrer las calles de la localidad durante unas 3 horas.
Procesión Cristo de la Victroia Serradilla
00:40
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
La última vez que esta imagen vio la calle fue en 1981 en una procesión rogativa para que terminara la sequía que amenazaba a este pueblo eminentemente agrícola y ganadero.
En 2016 con motivo del año de la Misericordia y para conmemorar el 375 aniversario de la llegada de la talla a la población se había programado esta procesión de la imagen por las calles.
El Santísimo Cristo de la Victoria de Serradilla es una imagen de Jesucristo que se venera en el convento de las Agustinas Recoletas de Serradilla. Es una escultura de madera policromada, realizada en Madrid por el escultor madrileño Domingo de Rioja, alrededor de 1635, por encargo de la Beata Francisca de Oviedo.
