Un inspiradísimo Morante le corta dos orejas al cuarto cuvillo de la tarde
Roca Rey logró un trofeo en el tercero y El Juli sufrió una cornada en el glúteo en el quinto
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Morante de la Puebla en la clamorosa vuelta al ruedo que ha dado este Viernes de Farolillos en la Real Maestranza / Cadena SER
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Sevilla
La inspiración de Morante ante el cuarto toro de la tarde mereció el premio de las dos orejas después de una faena templadísima, casi al ralentí, que enloqueció a los tendidos de La Maestranza. Antes, en el tercero, Roca rey ya había logrado un trofeo y, después, en el quinto, El Juli sufrió una cornada en el glúteo.
Se han lidiado seis toros de Núñez del Cuvillo, muy bien presentados, astifinos y de juego desigual. Tuvo movilidad sin clase el primero, poquita emoción el segundo, potable por noble el tercero, mucha clase y templada embestida el cuarto y más deslucidos quinto y sexto.
Morante de la Puebla, de verde botella y oro, silencio y dos orejas.
El Juli, de nazareno y oro, ovación en ambos.
Roca Rey, de verde macarena y oro, una oreja y ovación.
La plaza registró un lleno de "no hay billetes" en tarde ventosa.
El Juli fue atendido en la enfermería de la plaza de "cornada de 15 centímetros en la región glútea derecha, que lesiona músculo glúteo mayor. Pronóstico grave".
El tesón de Morante de la Puebla en sus cuatro tardes en esta Feria se vio recompensado en el segundo toro de su lote. Antes, al primero, lo toreó muy despacio a la verónica, pero el toro llegó a la muleta con un molesto calamocheo que le impidió hacer faena. Mató de dos pinchazos, media y tres descabellos. Al cuarto también lo lanceó casi con las yemas de los dedos, luciéndose en un quite por chicuelinas en el que volvió a destacar la media de remate. Comenzó la faena con la muleta plegada al hilo de las tablas y con unos ayudados sacó al toro a los medios pese al viento. Allí surgieron varias series templadas, casi al ralentí y un momento de enorme inspiración cuando el toro le partió el palillo de la muleta y cogiendo el engañó con las dos manos improvisó una media abelmontada que puso al público en pie. A este si lo mató de una estocada atravesadilla y llegó el premio de las dos orejas.
Tarde de figura la que echó El Juli. En su primero, que derribó al caballo de Diego Ortiz, respondió con garra al quite de Roca Rey. Después, con la muleta, faena de más a menos en la que Julián tiró de firmeza para despacharlo de estocada traserita. La misma firmeza derrochó ante el quinto, que de salida apretó en el capote cuando el viento más hacía de las suyas. El toro, soso y de corta embestida, se tragó muletazos por ambos pitones a base de lo dispuesto que estuvo el torero a sabiendas de que el percance podía llegar en cualquier momento, como así ocurrió. Todavía con la cornada en el glúteo, Julián acabó con su oponente de dos pinchazos y una estocada corta, recibiendo la entregada ovación del respetable antes de pasar a la enfermería.
Roca Rey confirmó todas las expectativas puestas en él. A su primero lo recibió con una larga cambiada de rodillas al hilo de las tablas y volvió a mostrarse variado con el capote. Ya con la muleta, faena medida, templada y bien abrochada a base de unas bernardinas de infarto. Una estocada caída puso una oreja en sus manos. El sexto, falto de fuerzas, le dio pocas opciones al lucimiento por lo que el torero tiró de repertorio. Comienzo en los medios con tres muletazos por la espalda para lograr después una serie ligada. La pena es que el toro se lastimó la mano izquierda y se acobardó, con lo que le quedó otra que pegarse otro serio arrimón. Dos pinchazos previos a la estocada final le impidieron cortar otra oreja.