Efecto placebo
El Levante necesita ganar sus dos próximos partidos ante el Betis y el Espanyol para seguir con opciones de permanencia
Valencia
El Levante no gana, pero tampoco pierde y así lleva más de media temporada. Los que lo daban por descendido, van a tener que esperar unas cuantas jornadas más para firmar la hora exacta de la defunción, pero lo que parece evidente es que sin puntos no hay ninguna esperanza de vida en Primera.
A este bloque de jugadores con los que Rubi se va a jugar las castañas y en los que ha depositado toda su confianza desde hace unas semanas, les está faltando una pizca de fortuna y una buena dosis de acierto para encadenar dos victorias que reafirmen parte del buen trabajo que realizan durante varias fases de un encuentro.
El problema es que este once llega tarde o muy tarde para las urgencias clasificatorias que tiene el conjunto granota y las exigencias a las que les someten sus rivales. Ayer no jugó Simao por sanción y para el siguiente se caen Verza y Feddal. Cuando no es un roto, es un descosido.
Después de tres meses de un 'casting' absurdo de Rubi con Ghilas y Roger disputándose el puesto de delantero, para que Nabil termine en la grada, el canterano en el Real Valladolid y acabe jugando Deyverson, que es el único que genera peligro.
Tras una pelea estéril entre Jordi Xumetra y Mauricio Cuero para saber quién se hacía con la titularidad en el extremo derecho. Tan pronto, el catalán pasaba de titular a la grada, como el colombiano perdía su condición de estrella del mercado tras unas actuaciones decepcionantes que no justifican los 3,2 millones de euros que se pagaron por él,
También otros jugadores como David Navarro y Trujillo pugnaron por el puesto de central diestro, para que al final Medjani se haya convertido en el líder de la defensa.
A Rubi le ha costado mucho tiempo testar lo que la grada de Orriols le reclamaba. El mister quiso darle varias oportunidades a jugadores que estaban fuera de catálogo cuando la liga no estaba para concesiones innecesarias.
El corcho por más que lo hundas siempre flota como sucede con Morales o Camarasa que podrán estar más o menos acertados pero tienen talento y los fichajes que se incorporaron en el mercado de enero son los que realmente están dándole otro nivel competitivo al equipo.
Con la presencia del capitán de la selección de Argelia la defensa tiene un punto más de fiabilidad, agresividad y no es tan vulnerable como en la primera vuelta.
Con Rossi en la mediapunta el fútbol combinativo fluye y cada vez que entra en contacto con el balón hay una seria amenaza de peligro para los contrarios, Su sustitución a falta de un cuarto de hora para el final de cada partido se está convirtiendo en algo crónico y Joan Verdú le pone la pausa y el control al partido. Era fruta madura que su calidad se impusiera en cada elección aunque tenga que jugar en un pasillo interior.
Sin embargo, todo esto ya no servirá si el equipo no es capaz de encadenar dos victorias en sus dos próximo partidos ante el Real Betis y el RCD Espanyol.
La derrota en Riazor y el empate frente al Sporting le han dejado en una situación límite para viajar a Sevilla donde el sábado en el Villamarín estará obligado a ganar o ya no habrá analgésico que reduzca el dolor interno que sentirá todo el levantinismo.
José Manuel Alemán
Redactor de Deportes en Radio Valencia