El Córdoba no sabe ganar y dice adiós casi definitivamente al ascenso directo
El Alavés se llevó los tres puntos en la quinta derrota consecutiva de los blanquiverdes en casa. Los de Oltra no hicieron un mal partido, pero dos errores puntuales costaron dos goles en contra
Comienzo del partido entre el Córdoba y el Alavés / Cadena SER
Córdoba
El Córdoba se aleja del ascenso directo de forma casi definitiva en el día que probablemente menos lo mereció. Los de Oltra pudieron hacer más ante un gran Alavés, que se llevó los tres puntos del Arcangel con las señas de identidad que lucieron los blanquiverdes en la primera vuelta. Seguridad atrás y pegada. El Córdoba pierde el gol average con otro rival directo y suma su quinta derrota consecutiva en casa.
La primera parte no sólo resultó igualada, sino también entretenida, con momentos de buen fútbol y dos ocasiones muy claras para el Córdoba con sendos balones al palo. Ni Xisco ni Caballero acertaron por muy poco.
El equipo de Oltra se mostró más serio que en otros partidos y controló a un Alavés que siempre dio la cara. A pesar de todo, los vitorianos se plantaron bien en el campo y siempre buscaron la portería de Falcón.
La segunda parte fue trepidante, digna de dos equipos que luchan por el ascenso directo. El Alavés golpeó primero, con un gol de Toquero a pase de Juli desde la derecha, donde Stankevicius dejó claro que lo suyo (por mucho que haya mejorado) no es el lateral derecho.
Sin embargo, los blanquiverdes se levantaron al instante porque solo dos minutos después Fidel ponía un centro medido a la cabeza de Xisco, que empató el encuentro con un golazo.
Con el choque tremendamente igualado, de nuevo marcó el Alavés en una jugada casi calcada a su primer gol, solo que esta vez fue Bernardello el encargado de empujar el balón que le puso Barreiro.
En el tramo final se jugó a lo que quiso el Alavés. El equipo de Oltra, cansado físicamente le puso entrega pero le faltaron ideas y frescura.
El Alavés sigue cumpliendo objetivos. Los mismo que el Córdoba cada vez tiene más lejos.
Quedan partidos por delante, pero ya nadie cree en el discurso optimista de Oltra, cuya credibilidad ha quedado bastante en entredicho desde el mercado invernal. Sin embargo, señalarle como único culpable de la situación sería erróneo. El verdadero culpable es quien confeccionó esta plantilla de apenas 8 ó 9 jugadores con calidad.
