Córdoba da por amortizada las Tendillas y busca la Mezquita Catedral
El Descendimiento / cade
Córdoba
Todas las cofradías del viernes santo han salido y aunque eso ya era previsible según los pronósticos meteorológicos, eso ha servido para rematar por todo lo alto una semana santa con dos partes bien diferenciadas: la inestabilidad de los primeros días y la tranquilidad de los últimos. El domingo, la salida del Resucitado, que portara el galardón Pasión Solidaria de Radio Córdoba Cadena SER que reconoce la labor social de las hermandades, servirá para completar un semana histórica, por ser la primera en la que el pleno de las 37 hermandades pretendía bajar a la Mezquita Catedral. De las 37, finalmente 25 llegaron a la Mezquita Catedral, convertida en la verdadera carrera oficiosa, a la espera de la muerte de la carrera oficial, si se soluciona el entuerto de la segunda puerta del templo. Tras el acuerdo de las hermandades solo la lluvia pudo pararlas en su camino al templo.
La semana santa deja de nuevo una muy buena sensación en lo que respecta al turismo, con hoteles llenos especialmente en los días finales de la celebración, un sabor agridulce ante la clausura de los museos municipales el lunes santo, no tanto por los efectos reales entre los visitantes -dificilmente constatables- sino más en la sensación de escasa planificación y serios problemas para resolver las cuestiones internas organizativas de la plantilla municipal.
La Expiración a su paso por las Tendillas. / CADENA SER
La Expiración a su paso por las Tendillas. / CADENA SER
Este 2016 será un año de tránsito hacia otro modelo de Semana Santa. Más allá del claro significado que se quiere dar al traslado a la Mezquita Catedral de todos los cortejos procesionales en pleno debate sobre los usos, gestión y titularidad del monumento, la Semana Santa cordobesa gana con su posible traslado al verdadero entorno patrimonial de Córdoba y las cofradías solo esperan que sea factible dando por muerta la actual carrera oficial de la plaza de las Tendillas. Solo el tiempo dirá si 2017 es el verdadero año del cambio o si sigue siendo un año de tránsito, como tantos otros ya en la historia de la ciudad.
