La arriesgada maniobra de Isabel Bonig

Valencia

Crece la presión sobre los concejales del PP. Esta vez el paso lo ha dado la dirección regional con un ultimátum de 10 días para que entreguen el acta. Unos concejales que habían ganado algo de tiempo con el expediente informativo abierto por Génova. Pero Bonig y los suyos no están dispuestos a darles un respiro, quieren precipitar los acontecimientos para dar sensación de autoridad con una maniobra arriesgada, casi suicida que les podría salir mal.

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Porque ¿qué pasaría si los concejales no dejan el acta? ¿Y si Madrid desautoriza el ultimátum? La verdad, no me gustaría estar en la piel de nadie del PP, y menos en la de Bonig, que también tiene presión...