Otro regalito en el momento más inoportuno de la temporada
Un gol en propia puerta de Mariño en el último suspiro del partido y las malas decisiones de Rubi en los cambios abortan la reacción granota
Valencia
Tocado que no hundido se marchó el Levante de Riazor después de luchar durante 87 minutos un punto que se había trabajado ante un Deportivo irreconocible, si lo comparamos con el que deslumbró durante la primera vuelta del torneo.
Al Levante le faltó ambición para ir a por el partido y sumar una victoria que hubiese revolucionado la clasificación. No obstante, es hasta comprensible que se conformase con el empate después de que Rossi consiguiera equilibrar el partido en el inicio de la segunda mitad porque no está el conjunto granota para demasiados alardes futbolísticos, ni para correr riesgos innecesarios.
- ficha técnica
Lo que no admite disculpa es la mala lectura que hizo Rubi de un encuentro que transitaba sin alma y que a falta de un cuarto de hora para su final decidiera retirar a Rossi para sacar a Casadesús, cuando lo que necesita el equipo era la profundidad de Lerma en la derecha y reforzar la zaga con Pedro López.
En la izquierda no había más opción que seguir apostando por el trabajo oscuro de Morales ayudando a Juanfran para que Fede Cartabia que había salido fresco no agitara el partido. Sin embargo, retiró al centrocampista madrileño y dio entrada a Rubén García que no presionó el centro del argentino que inició la jugada del segundo tanto del equipo gallego. Dos tiros en el pie absurdos y que obligarán a otra heroicidad en Orriols ante el Sporting de Gijón.
José Manuel Alemán
Redactor de Deportes en Radio Valencia