La transparencia ya no es una opción

Castilla y León

La administración debe tener paredes de cristal para que se vea nítidamente lo que ocurre en su interior. Ésta es una reflexión con forma de deseo, ampliamente difundido de un tiempo a esta parte; convertir los ayuntamientos, las diputaciones o la Junta de Castilla y León en transparente parece ser el remedio más eficaz para combatir algunos de los males que nos acechan.

La transparencia es la medicina que los políticos han identificado como la solución, que al menos tapone alguna de las vías por las que se pierde a borbotones la credibilidad de las instituciones y la de los propios políticos.

El Boletín Oficial de Castilla y León ha publicado el decreto de acceso a la información pública de la comunidad. ¿Qué quiere decir esto?, pues que en principio usted va a poder acceder a información de distinta índole sobre cómo se gestiona el dinero de todos, algo en lo que los políticos han encontrado el bálsamo de Fierabrás que alivie parte de la tensión instalada en el ambiente. En cualquier caso, desde ahora este decreto regula el derecho de acceso de los ciudadanos a la información pública.

La música suena bien, pero ¿qué es lo que se podrá pedir y qué no? Que un ciudadano pueda acceder a cómo, y exactamente en qué, se gasta el dinero público, no es algo menor, siempre que realmente se pueda hacer y no estemos ante una pirueta carente de valor real.

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