Hallan veneno donde se encontraron restos que podrían ser de oso pardo
Los conservacionistas acusan a la Junta de Castilla y León de intentar justificar la muerte de este oso para evitar responsabilidades
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Imagen de un oso pardo / Radio Palencia
![Imagen de un oso pardo](https://cadenaser.com/resizer/v2/AOYDKYBUXNIF7PK4XH5FXIHDGM.jpg?auth=9bc06b0e2fa3bacc99cd30c75abe1c088605e75bb7d7de7a2a65864ff9dbac48)
Palencia
El Fondo para la Protección de los Animales Salvajes FAPAS corrobora del presencia de veneno en el paraje de Cordovilla de Aguilar, en el norte de Palencia, donde, la semana pasada, se hallaron restos de animal, huesos y pelo, que podrían ser de oso pardo.
Los conservacionistas han acusado a la Junta de Castilla y León de intentar justificar la muerte de este oso para evitar responsabilidades, tratando de ofrecer "una situación de naturalidad" y "sin intensificar, a través de medios técnicos y esfuerzos humanos la posibilidad de descubrir la realidad por la que mueren los osos", según han señalado en un comunicado.
Los restos, encontrados el pasado miércoles por un paseante, fueron trasladados al Centro de Recuperación de Animales Silvestres de la Junta de Castilla y León de Burgos, donde se está procediendo a su análisis e investigación forense para comprobar si corresponden a un oso pardo y averiguar las causas de su muerte.
Aunque oficialmente la Junta de Castilla y León no ha confirmado que esos restos se correspondan con los de un oso pardo, FAPAS apunta que han aparecido en un área donde ya se detectaron otros episodios de envenenamiento con abundantes especies encontradas muertas en los últimos años.
De hecho un equipo de esta asociación ha rastreado la zona con una perra adiestrada en la búsqueda de veneno, que indicó la presencia de veneno en varios puntos y en el lugar donde aparecieron los restos del oso.
FAPAS ha explicado que una característica de las muertes por envenenamiento en fauna silvestre y especialmente en los osos, es que tras ingerir el veneno, el animal acude a la cercanía de cursos de agua para beber, como sucede en la zona donde se hallaron los restos.
Además de encontrar restos tóxicos, pese al periodo transcurrido desde la muerte del oso, posiblemente no más de cinco o seis meses, los conservacionistas encontraron restos de pelo y huesos que, según ellos, no fueron recogidos el personal de la Junta de Castilla y León.
Para FAPAS "la presencia de otro oso muerto en la zona oriental es un duro golpe para la conservación de la especie en la Cordillera Cantábrica", ya que se suma a las muertes que se suceden año tras año, sin que existan mecanismos de prevención o persecución de estos delitos en Castilla y León.
FAPAS ha recordado que Palencia, con una población osera residual, bate el récord de osos muertos en la Cordillera Cantábrica, y asegura que el área oriental se ha convertido en un "auténtico sumidero de osos" que proceden del área occidental y terminan muriendo por diferentes causas.
"Por envenenamientos, a tiros, a causa de las más extrañas enfermedades o por mordeduras de perros", han ironizado, insistiendo en que la Junta de Castilla y León "siempre tendrá recursos suficientes para justificar cualquier muerte que la exima de responsabilidades".