Los peritos descartan rotundamente que un fármaco pudiera influir en Prado para cometer los abusos

León

Rafael Prado  conocía el carácter antijurídico de sus actos, que no eran impulsivos, sino que los planificaba calculando tiempos y midiendo oportunidades e incluso se llevaba un 'trofeo': los videos que grababa. Según los forenses de la Audiencia el acusado experimenta una parafilia que le hace convertir a los menores en su objeto de deseo sexual, pero no sufre ningún trastorno psicológico que pueda llevar a considerarlo inimputable y eximirle de responsabilidad penal. Alertan incluso del elevado riesgo de reincidencia.

En su informe los peritos relatan que este comportamiento comenzó a desarrollarse en la adolescencia y por eso el acusado buscaba actividades de ocio para estar en contacto con niños, si bien sus impulsos se mantuvieron latentes hasta el año 2010, algo usual por otra parte en este tipo de parafilias. Lo que descartan por completo los peritos y el médico que trató a Prado de una distonía muscular es que fuese el consumo de un fármaco el que desatase los abusos. Los forenses recuerdan que este medicamente, el Artane, lleva en el mercado desde 1964 sin que se haya descrito ningún efecto secundario de carácter sexual. Es más, más van allá, y recuerdan que "no existe fármaco capaz de cambiar la orientación sexual de la gente o su personalidad".  Según su dictamen Prado sufre una parafilia pedófila primaria, esto es, sin enfermedad mental. La abogada de uno de los menores considera que los hechos han quedado de sobra probados en el juicio y que este argumento del medicamento a través del que la defensa busca eximir al acusado o al menos atenuar su pena no tiene ningún tipo de base. "A la defensa solo le queda recurrir a la línea argumental de que un medicamento lo excitaba sexualmente, lo que es ridículo" asegura la letrada Bárbara Royo.

"No se me olvidará en la vida"

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Este martes también ha prestado declaración la exmujer del acusado que fue quien denuncio a su marido. Lo hizo tras encontrar unos DVDs sospechosos en la bolsa de deporte de Prado "Algo en la cabeza me dijo, mira a ver lo que hay", ha relatado. Entonces estaba embarazada de seis meses y según ha relatado “se le vino el mundo encima”. En ellos encontró archivos con nombres y fechas que contenían vídeos en los que reconoció a su marido cometiendo los abusos "Cómo no lo iba a reconocer. Se veía el reloj que le regalé y la camisa que le he planchado mil veces". Tras ser atendida de una crisis de ansiedad contacto con sus hermanos y decidió denunciar a su marido "solo podía pensar en mi hijo", ha dicho. Decidieron llamar también al hermano del acusado al que enseñaron los videos. Fue él el que medió para que Rafael Prado se entregase. Su mujer ha reconocido que nunca sospechoso de su marido. De hecho, ha destacado que "era adorado" por los niños. "Lo mejor que te podía pasar era que fuese tu monitor, por eso es más cruel lo que ha hecho"

"Era un padre para los niños"

También han declarado dos de las monitoras que ayudaron a identificar a los menores y que trabajaron durante años con el acusado. Según su testimonio, hay más niños víctimas de los abusos en los videos pero solo se pudo identificar a 16 menores. Además han descrito al acusado como “un padre para todos los niños” y han lamentado que se aprovechase de esa confianza para precisamente para cometer los abusos. "Era la imagen de la asociación y de los campamentos. Los padres confiaban en él y por eso enviaban a sus hijos a las actividades. Muchos eran hijos de sus propios amigos, la mayoría pertenecían a su círculo cercano" ha dicho una de las monitoras que lamenta que el acusado les "utlizó" a todos.

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También ha declarado la madre de uno de los menores. Lo ha hecho a puerta cerrada. El hermano de Prado, citado por la Fiscalía, se ha negado a hacerlo acogiéndose a su derecho procesal por ser familiar en primer grado del acusado.