El agua se cortó 14 días después de detectar la contaminación

Cádiz

El estudio realizado por Aguas de Cádiz sobre el incidente de Loreto arroja una versión muy diferente de la que el Ayuntamiento de Cádiz ofreció en su momento a los vecinos. Un año y medio después de los sucesos que dejaron durante dos semanas sin suministro a la barriada y afectaron a unas 13.000 personas, el relato cambia considerablemente: no coincide la cronología, porque según el informe la contaminación se detectó 14 días antes; ni las causas, que el estudio señala en la apertura de tres válvulas de agua.

Sobre la primera conclusión, la de la fecha, el estudio es tajante. Señala que los incumplimientos en los parámetros de calidad del agua se registran desde el 29 de septiembre, y que desde el día 3 de octubre debían haber sido comunicados a la autoridad sanitaria, pero no se hizo. Se tomaron algunas medidas -como clorar el agua-, pero no fue hasta el 13 de octubre cuando se decidió informar del problema y cortar el suministro en la barriada.

La segunda divergencia está en el origen de la contaminación: el estudio concluye que la causa fue la apertura de tres válvulas que permitieron la entrada al caudal de suministro de agua estancada. Ante la necesidad de cortar el único punto de entrada de agua habitual a Loreto (por la glorieta de Zona Franca) para instalar un nuevo contador, Aguas de Cádiz decide abrir estas nuevas vías de entrada. El problema fue que estas tuberías hacía años que no se usaban, lo que había provocado el estancamiento de las aguas y la creación de una película en las tuberías plagadas de bacterias. Hasta 10.000 litros de esta agua se vertieron a la red, además de las bacterias que se despegaron de las paredes de la tubería por la presión del agua.

De las nueve hipótesis analizadas en el informe, ésta es la única considerada "muy probable". Coincide, además, en el tiempo, con el momento en que se empezaron a detectar índices de contaminación en el agua, y con las zonas afectadas.

El estudio considera "descartada totalmente" la teoría de que fue una avería en una instalación interior de una ficna de la calle Hermanos Ortiz Echagüe la causante del incidente. Primero, porque el flujo del suministro iba de la red hacia la finca, y no al revés. Y también porque "el escaso tamaño de la tubería" hace inviable generar el volumen de agua contaminada. Ésta había sido la explicación defendida por el anterior equipo de gobierno del Partido Popular.

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El alcalde de Cádiz, José María González, ha anunciado que llevará ante la fiscalía el informe "por si las decisiones tomadas por los mandos de Aguas de Cádiz pudieran ser constitutivas de delito". Para González, "más allá del error, lo que fue totalmente cuestionable fue la gestión del suceso. No hay nada que justifique dejar a un barrio consumir agua contaminada".

El Partido Popular ha cuestionado la imparcialidad y rigurosidad del informe, que está firmado por el gerente de Aguas de Cádiz, el jefe de compras, contratación y almacén, y su jefe de desarrollos, control y sistemas. Estos tres responsables de la empresa municipal han sido los encargados de presentar los resultados ante un centenar de vecinos de Loreto en un encuentro en el que muchos de ellos han insistido en que, año y medio después de aquello, aún no se fían de la calidad del agua que beben. "El barrio de Loreto es posiblemente el más controlado de España en cuanto a la calidad de su suministro", ha querido tranquilizarlos el gerente de la empresa, Jesús Oliden.